CC. OO. tiene aproximadamente 1.000.000 de afiliados, la UGT 985.730. De la CNT es difícil encontrar datos de su afiliación. He leído en el Confidencial que tienen 50.000 afiliados (
ver enlace...👈) Según la Wikipedia:
... Según unas fuentes cerca de 5.000 (año 2016); según otras algo más de 8.000 (año 2022);, y según otras, 50.000 afiliados (10.000 de ellos son cotizantes). Leer más...👈
Vamos a ser generosos y vamos a quedarnos con la cifra más alta de 50.000 afiliados en toda España. Si comparamos la afiliación de la CNT con la de CC. OO. en todo el solar patrio, 1.000.000 de CC. OO. versus 50.000 de los anarquistas del siglo XXI, hemos de asegurar que por fortuna los libertarios son residuales. Y no es que me parezca mal la filosofía anarquista, sino porque tanto la dictadura del proletariado como el libertarismo son proyectos irrealizables, y al menos cuando se han intentado llevar a cabo han salido engendros totalitarios. El ser humano es muy egoísta.
El Frente Obrero de Roberto Vaquero, los de la dictadura del proletariado, obtuvieron 46.530 votos en las últimas generales (ver enlace...👈), y no han obtenido ni un mísero escaño. Los votos del Frente Obrero casi igualan a la afiliación de la CNT. Y esto no son frías estadísticas, sino datos reales que muestran que el anarquismo español está en la UCI. Y no es por denigrar a los anarquistas, pero los datos no dejan ninguna duda.
Dice un destacado anarquista pacense que los sindicatos CC. OO. y la UGT con sus liberados no defienden a los trabajadores. Esto no deja de ser una opinión de parte para denigrar a la competencia. Si esto fuera cierto, la afiliación a los sindicatos de clase sería igual de residual que la afiliación a la CNT. Yo se que esto jode, pero es la realidad.
Un libertario que responde al nombre de Raskame Elculo (ver enlace...👈 ) me ha dejado un comentario en otro artículo:
¿En qué momento se mataban a tiros UGT y CNT? ¿Fue antes de crear la UHP (Unión de Hermanos Proletarios), o después de la Huelga General de julio de 1936, llevada a cabo por CNT y UGT? Si hasta crearon comunidades campesinas mixtas CNT/UGT. Donde no estuvo CNT y sí estuvo UGT y CCOO fue en el reparto de billetes del 78. Ahí no estuvo. Y si hoy es insignificante, quizá lo sea por el montaje policial y judicial de cuando el caso Scala. Criminalizar a uno de los pocos sindicatos honestos de este país, resulta cuando poco muy cainista. Me entristece.
Un servidor dijo que durante la II República la CNT y la UGT se mataban a tiros por la competencia sindical, y el señor Raskame Elculo no estaba de acuerdo, y me dice que la CNT y la UGT se unieron en la UHP. Cierto, en 1934 socialistas y anarquistas cogieron las armas y dieron un golpe de Estado contra el Gobierno conservador de la II República (CEDA y Partido Republicano Radical). Pero no es menos cierto, que la UGT y la CNT estuvieron enfrentados y se mataron, literalmente a tiros.
Según el historiador Ángel Herrerín López:
El enfrentamiento de la CNT con la UGT tenía que ver con su disputa por el control del movimiento obrero. Un enfrentamiento que venía de lejos y que había tenido su representación más cercana durante la Dictadura de Primo de Rivera. El insurreccionalismo anarquista durante la II República, Pág. 13...👈
Pongamos algunos ejemplos de la competencia violenta entre la UGT y la CNT:
10-I-1936: a las 18:30 horas volvían a su domicilio tras haber acabado su trabajo en una obra de la calle Modesto Lafuente de Madrid los hermanos Agapito y Gregorio Martín Fernández , de 32 y 35 años respectivamente, cuando en la calle Villamil fueron tiroteados, muriendo el primero y quedando el segundo herido de gravedad. También fue herido Felipe García Lacalle, de 20 años, soltero, de profesión albañil, con domicilio en Tetuán de la Victoria, y afiliado a la CNT, del que se sospecha se disparó accidentalmente tras haber atacado a los dos obreros. Gregorio Martín declaró que hacía pocos días se habían afiliado a la UGT y la mayor parte de los obreros de la obra en la que trabajaban eran de la CNT (El Siglo Futuro, 11-1-1936, p.15). Cifras Cruentas, Pág. 392
O se mataban entre ellos mismos:
17-XI-1933: muere en Vallecas (Madrid) el obrero de la CNT José Bielma a manos de su compañero de sindicato Manuel Gálvez (La Humanidad,18-XI-1933, p.2) Ibidem, Pág. 350
Aquí matándose los chicos de la FAI y los de la CNT, o sea, entre ellos mismos:
23-X-1932: unos obreros de la construcción del sindicato faista de Sabadell no respetaron el acuerdo del reparto del trabajo y fueron agredidos por los partidarios de la Federación Local, resultando muerto el faista Francisco Fournier Cobo por el pistolero cenetista Saturnino Nicolás (a) Lino y resultando dos heridos (La Vanguardia, 26-X-1932) Ibidem, Pág. 337
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Juan García Oliver |
Según el historiador filoanarquista Chris Ealham:
“La Segunda República reprimió más a los revolucionarios que a los contrarrevolucionarios” (
ver enlace...👈 ). Y esto fue así según Ealham, porque
“La República mantuvo el aparato represor de la Monarquía” (
ver enlace...👈), en referencia a que no se destruyó a la Guardia Civil. La II República nació con poderosos enemigos como la oligarquía reaccionaria y los anarquistas revolucionarios y terroristas. Y la calificación de terrorista no es un insulto gratuito, la usaba el propio García Oliver:
... lo que no tengo vergüenza en decir; lo que tengo orgullo en confesar: los reyes de la pistola en Barcelona. Vivíamos y actuábamos disgregados, pero hicimos una selección: los mejores terroristas de la clase obrera... Discurso de Juan García Oliver...👈
En la dictadura de Primo de Rivera, que es de la época de la que está hablando el anarquista español, podría justificarse que se usara el pistolerismo para defenderse de los pistoleros de la patronal, quien a hierro mata a hierro muere, pero durante la II República no estaba justificado el pistolerismo de nadie, ni de los japistas de la CEDA, de los falangistas, los carlistas, socialistas o comunistas. Todo este baño de sangre sin justificación alguna, provocaba desestabilidad política y sirvió a la reacción para justificar y unirse el golpe de Estado de julio de 1936.
Solo hubiera faltado que tras la reforma agraria, tímida, pero afín de cuentas necesaria, la reforma militar y las leyes anticlericales, se hubiera suprimido la Guardia Civil: la República no hubiera llegado al primer año. ¿Y que iban hacer los republicanos ante la violencia anarquista? ¿Rendirse y declarar el comunismo libertario?
¿Se reprimía más a los anarquistas que a la reacción? Que sepamos, durante la República, nunca se llegó a ilegalizar a la CNT o la FAI, como sí se hizo con la Falange Española y de la JONS. Hasta se metió en la cárcel a José Antonio Primo de Rivera, el cual no salió con vida de los barrotes de prisión.
Esto ocurría en el invierno de 1933 durante el segundo bienio:
7-XII- 1933: a las 8 de la tarde, fuerzas de la Guardia Civil acudieron a registrar el local de la CNT en el Prat de Llobregat ante la sospecha de que se escondía un depósito de bombas. Los ocupantes del lugar hicieron fuego, y en el tiroteo hubo un guardia de Asalto muerto (Felipe Vega) y otro gravemente herido. También murió el obrero cenetista Baptista Messeguer Beltrán y varios revolucionarios resultaron heridos. Se detuvo a 40 personas y se requisaron 24 bombas. Cifras Cruentas, Pág. 351
Esto sucedió a principios de enero de 1933 mientras los anarquistas trataban de proclamar el comunismo libertario:
8-I-1933: en un intento de asalto al cuartel de la Panera en Lérida, los soldados mataron a los anarquistas Leandro Burillo, Domingo Gou y J. Oncins y Gasio. También murió un sargento de Infantería, y tres suboficiales resultaron heridos. otro asaltante resultó muerto en el Castillo y otro en el cuartel de Caballería (La Humanitat, 9-I-1933). Ibidem, Pag.339
¿Qué iban hacer las fuerzas del orden ante estos conatos revolucionarios mal armados y peor planeados? ¿Cruzarse de brazos para no reprimir a los angelicales libertarios?
Durante la Guerra Civil los revolucionarios anarquistas sirvieron para apoyar a la parte del Ejército que no se había sublevado y parar el golpe de Estado. Cataluña y otras zonas quedaron en manos de los anarquistas violentos:
Poco antes se había producido un desagradable incidente. Llegó una banda de hombres armados para "limpiar el pueblo en nombre de la CNT". Lo primero que hicieron fue detener al comité antifascista local, incluyendo a Margeli, y encerrar a sus miembros en el Ayuntamiento. Dijeron a los del comité que eran unos cobardes por haberse negado a llevar a cabo una purga. En el plazo de un hora fusilaron a seis hombres en la carretera que salía del pueblo. Ronald Fraser. Recuérdalo tú y recuérdalo a otros, Pág. 486. Edición 2005
No se puede descargar toda la culpabilidad de los asesinatos en la retaguardia republicana a los libertarios (socialistas y comunistas no eran tampoco mancos), pero si hay que constatar que todo el humanismo que se desprende de los pensadores anarquistas brillaba por su ausencia entre los militantes cenetistas y faistas. Afortunadamente los revolucionarios de la CNT y la FAI fueron neutralizados por Negrín. El caso de Melchor Rodríguez, que paró las sacas en el invierno del 36 en la cárceles madrileñas, es la excepción que confirma la regla. Según Alfonso Domingo, en la obra El Ángel Rojo, compañeros suyos de militancia pretendieron liquidarlo y lo acusaban de proteger a fascistas.
Otro influjo nefasto de la CNT eran sus campañas de abstención. En 1931 la izquierda ganó las elecciones generales a Cortes Constituyentes, porque los anarquistas en el exilio no habían tenido demasiado tiempo de llamar a los obreros a no votar en las urnas. Pero sí lo hicieron en las elecciones de 1933 donde ganó la derecha. El Frente Popular ganó las elecciones del 36 porque esta vez los anarquistas dejaron a su militancia libertad para votar. El Frente Popular había prometido una amnistía para los golpistas de la revolución de Asturias, y por eso los anarquistas votaron al Frente Popular, para sacar a sus compañeros de las cárceles, y no porque el Frente Popular y la República les resultara una opción apetecible.
Si hoy en día la CNT fuera un sindicato de masas con la potencia que tenía durante la II República, la derecha llevaría gobernando desde 1977, gracias a sus llamamientos abstencionistas. Afortunadamente son residuales como lo son los estalinistas del Frente Obrero de Roberto Vaquero.
Aunque, todo hay que decirlo, hubo anarquistas sensatos y posibilistas como Ángel Pestaña, quien llegó a ser
"secretario nacional de la CNT en varias ocasiones, fundador del Partido Sindicalista y diputado en Cortes Generales por la provincia de Cádiz". El escritor Ángel María de Lera escribió una biografía de este ilustre anarquista en 1979, al que conoció en persona. Ángel Pestaña, hombre cabal donde los haya, se dio cuenta de que mandar campesinos a morir en las insurrecciones anarquistas no era el camino y en 1934 fundó el Partido Sindicalista:
Lo dejaron, le abandonaron, y Pestaña quedó relativamente solo. Y no se conformaron con eso. Ni si quiera se atrevieron a salir en su defensa cuando la FAI desató contra él una atroz campaña de insidias, insultos, calumnias y acusaciones del más bajo y despreciable estilo. Desde la tribuna y desde la prensa, en plenos y asambleas, los faistas le injuriaban a "el Ángel" llamándole fracasado, despechado, ambicioso, vendido al oro burgués, esbirro de los capitalistas, traidor, judas... Ángel María de Lera. Ángel Pestaña. Retrato de un anarquista, Pág. 317. edición 1978.
No sentó nada bien en los círculos libertarios que Pestaña hubiera montado el Partido Sindicalista para desde dentro defender a los trabajadores. Más personas como Ángel Pestaña hicieron falta durante la II República y la Guerra Civil. Hoy algunos anarquistas siguen viviendo mentalmente en los revolucionarios años 30. Es curioso como algunos anarquistas se han construido una historiografía excesivamente amable.
Y que conste que el anarquismo me parece una filosofía correcta y muy interesante. Pero no se puede obligar a nadie por la fuerza a ser anarquista o comunista. Las revoluciones o son pacíficas o mejor olvidarnos de ellas. Hay que convencer a la gente con el uso de la razón, tal y como pretendió Ángel Pestaña, y no como hacían en los años 30, con el uso de las pistolas. La II República fue el primer intento serio de democratizar un país, y eso muchos no supieron o quisieron entender. Y todavía hay quien tampoco lo entiende, y ve lícitas las insurrecciones anarquistas mientras se quejan de que “La República mantuvo el aparato represor de la Monarquía”.