miércoles, 31 de agosto de 2016

Juan Carlos Monedero, la Complutense y la Inmaculada Transición



Nos contaba Juan Carlos Monedero que la facultad donde él ejerce la docencia es la responsable de elevar hasta los altares la inmaculada Transición: Ramón Cotarelo, Ludolfo Paramio, Santos Juliá, Álvarez Junco, José María Maravall, Julián Santamaría, Victor Pérez Díaz, estos son algunos de los pensadores que nos han contado que la Transición española fue un ejemplo exportable como modelo de política de altos vuelos.

La palabra mágica es:consenso. Un consenso forzado por las circunstancias; después de una Guerra Civil y de cuarenta años de terrible dictadura no estaban las cosas para reprocharse nada. Sin embargo nos han vendido al Rey, a Suárez, a Carrillo, a Fraga y a Felipe González como políticos práticamente irrepetibles. Cada político y su tiempo es distinto al de otros políticos, o acaso Felipe González y Suárez hubiesen evitado la Guerra Civil, seguro que hay quien piensa que sí.

En fin, un servidor de lo que se ha percatado es que cuando todo va bien, el político de turno parece ser nada menos que un Dios del Olimpo, y cuando se tuercen las cosas -cuando llegan las crisis- ese mismo político es visto casi como un demonio. Felipe González pasó de ser un el gran socialista a permitir el Gal y a verse manchado por una vergonzosa corrupción; además de ser incapaz de crear 800.000 empleos. Zapatero en la primera legislatura acabó con superávit y fue investido como presidente del Gobierno para la segunda legislatura en primera votación con 183 síes, siete más de la mayoría absoluta. Además del de su propio partido, Zapatero obtuvo el apoyo de ERC, IU-IC, CHA, BNG y Coalición Canaria. En contra votaron los 148 diputados del PP, y se abstuvieron los 19 representantes de CiU, PNV, EA y Nafarroa Bai. Después estalló la crisis, que no había creado Zapatero, y el resto es historia. Zapatero pasó de ser alabado a ser denigrado. Cualquier iniciativa del presidente era duramente criticada. Mientras, Rajoy tumbado a la bartola esperando plácidamente su mayoría absoluta.

Hoy vemos que entre la izquierda y la derecha ese consenso transicional pasó a mejor vida y que algunos de esos grandes políticos de la Transición y del consenso, no son otra cosa que conseguidores de grandes negocios, un caso flagrante lo tenemos en la persona de Felipe González. ¿Hubiese sido Felipe González un as de los negocios si no hubiera tenido el cargo que tuvo? La respuesta es no.

Nueva entrada del blog Badajoz RepublicanoEspañA no es EnezuelA
http://badajozrepublicano.blogspot.com.es/2016/09/espana-no-es-enezuela.html

domingo, 28 de agosto de 2016

EL CINISMO DEL DICTADOR

Autor: Antonio Alfonso Hernández




Francisco Franco, el tipo que secuestró las libertades del pueblo español durante cuarenta años tenía un punto de vista muy particular de cómo debían ser esas libertades.

Existe un documento, al que ya me he referido en estas páginas en otras ocasiones, al que yo le concedo un enorme valor a la hora de saber la opinión del dictador en determinados temas.

Dicho trabajo tiene, además, el valor añadido  de conocer al Franco que hablaba en  la intimidad dando por hecho que las conversaciones nunca verían la luz. Es decir, no hablaba de cara a la galería y lo hacía con alguien de su entera confianza. Tampoco podemos poner en duda la veracidad del contenido de esas conversaciones pues la persona con quien las mantuvo era absolutamente leal al régimen y al dictador, aunque tales hechos no evitó que  le dedicara algunas  críticas  tal y como aparecen reflejadas en el libro.

Me refiero a, Mis conversaciones privadas con Franco,  de Francisco Franco Salgado- Araujo, primo hermano del sátrapa.  Salgado- Araujo llegó al grado de Teniente general del ejército y fue fiel colaborador de su primo llegando a ser jefe de la Casa Militar de Franco, entre 1954 y 1956.

Anotó con extraordinaria paciencia el contenido de sus conversaciones con Franco desde 1954 y 1971 cuando por motivos de enfermedad tuvo que dejarlo.  El libro se publicó en 1976 tras su muerte y la del propio dictador. Al parecer, la familia del dictador, litigió o amagó con hacerlo, con la viuda de Salgado- Araujo al aparecer publicado el libro.

En relación a un programa de televisión emitido el 25 de febrero de 1963 por el canal estadounidense 13,  “Fin de la era de Franco” , narrado por Hugh Thomas y el profesor de Historia del City College, Briley Dilfy,  Salgado –Araujo lo comenta con su primo después de recibir un informe procedente de Estados Unidos sobre dicho programa.

Esta conversación se produjo el 2 de marzo de 1963, es decir, apenas una semana después de emitirse el programa televisivo.

El hombre que con mano de hierro regía los destinos de España , le dice a su primo al que familiarmente llama Pacón. “ Creo que la mayoría de los que escriben en los Estados Unidos sobre asuntos de España si no son rojos o izquierdistas son unos despistados”   Sentencia a continuación que los izquierdistas americanos están influenciados por la propaganda roja exiliada que a su vez, según él, claro, hablaban al dictado de Moscú.

El cenit del cinismo viene a continuación. “ En España nunca hubo las libertades de ahora; cada español hace lo que le parece y piensa lo que le da la gana, teniendo participación en la vida pública a través de las elecciones sindicales, las de concejales, las de la parte electiva de las Cortes, etcétera . La prensa tiene hoy libertad de expresión y a ningún español se le castiga por tener ideas distintas a las del régimen ni por defenderlas con sus amistades. Aquí lo que no se tolera es la violencia, como en ningún país civilizado, y la alteración del orden público, que es lo que hacen siempre los comunistas o agentes de Moscú, o los exiliados españoles.” Como diría Rajoy, hasta aquí la cita. No se puede encontrar más cinismo en tan poco tiempo.


En realidad, cuando decía refiriéndose al sufrido ciudadano “ piensa lo que le da la gana”, no estaba mintiendo. Es evidente que cada cual podía pensar lo que le apeteciese. Hasta ahí podíamos llegar.  Cosa bien distinta es que se atreviese a manifestar determinados pensamientos. Quizá fuera lo único que le estaba permitido hacer a los disidentes, pensar lo que quisieran, pues aunque el régimen sometió a un enorme y eficaz lavado de cerebro a los españoles, que buen fruto propagandístico le dio, a lo que nunca se atrevió, por razones obvias, es a intentar meterse en el interior del cerebro de los ciudadanos para averiguar qué pensaban. Cierto es que tampoco les hizo falta. Los informes político-sociales que elaboraban algunas de las fuerzas vivas del régimen que contaban con todo un ejército de confidentes  encargados de averiguarle la vida al más pintado, suplieron muy eficazmente la insalvable dificultad de escudriñar el interior del cerebro de los españoles.

Una buena obra maestra  del cinismo la encontramos cuando asegura que a nadie se le castigaba por defender sus ideas entre sus amistades. Otra cosa es que se convirtiera en  indispensable que la persona en cuestión tomara todo  tipo de precauciones para evitar que algún vecino  o quién fuera  pudiera complicarle seriamente la vida.  No fueron pocos los casos que se dieron de particulares denunciando a fulano o mengano por haberle oído decir tal o cual cosa con los resultados que nos podemos imaginar para el desafortunado ciudadano que osara criticar al régimen instaurado  a sangre y fuego.

Así lo cuenta Francisco Espinosa en, Guerra y represión en el sur de España, “Además, había que tener sumo cuidado en las relaciones sociales, elegir bien con quién se hablaba y vigilar

quién podía escuchar”. En relación a esto y gracias a sus impecables investigaciones en los archivos, el maestro Espinosa da cuenta en el citado trabajo de un caso realmente estremecedor

Se trata de lo ocurrido a Manuel Fernández Villegas, quien en la noche del 9 de diciembre de 1937 se encontraba algo bebido en una taberna de Lepe donde tuvo un encontronazo con un vecino de dicha localidad, Antonio Infante Rodríguez. Éste tras una discusión con Villegas, originada por ver quién pagaba la ronda, se cuadró y dijo, ¡Arriba España! ¡Viva España! La reacción de aquel no pudo ser más desafortunada para su porvenir en aquellos tiempos.  “Bueno, vivirá o no vivirá , eso ya se verá” El caso es que Infante fue a denunciarlo y añadió que también había dicho, “ no se sabe quién ganará la guerra y que tanto como pregona Franco no ha ganado todavía nada” El juez instructor calificó el hecho de delito de rebelión militar ordenando el procesamiento y entrada en prisión incondicional para Fernández Villegas.

De nada sirvió que posteriormente Infante se retractara de parte de lo que según él había dicho Villegas.

Finalmente,  fue sentenciado por delito de excitación a la rebelión  con seis años y un día de cárcel  que finalmente se quedaron en  prácticamente cuatro. (Guerra y represión en el Sur de España, Francisco Espinosa Maestre, páginas ,79 y 80)

Anda que no le salió caro a este pobre hombre atreverse a dar su opinión sobre el desenlace de la guerra. Aunque ocurrió al principio del régimen no podemos  por ello dudar ni un instante que los delitos de opinión fueron castigados muy duramente por el franquismo durante toda su existencia.

Hay que señalar el enorme valor que tuvieron muchas personas que en medio de tanta represión mantuvieran sus ideas intactas y fueran capaces de defenderlas en aquellas circunstancias.

Lo que le contó a su primo sobre la participación que tenían los españoles en la vida pública a través de las elecciones de sus representantes, sólo puede causarnos indignación a sabiendas de cómo funcionaba la democracia orgánica franquista. En cuanto a la libertad de expresión que según él disfrutaba la prensa hoy en día lo podríamos casi considerar una broma de mal gusto.

Después insiste en el despropósito cuando afirma, “  Hoy se gobierna en España a través de la voluntad popular, representada por los organismos que he citado, y cuyos representantes son elegidos libremente”

Menuda tomadura de pelo histórica lo de la democracia orgánica.  Una “ democracia” donde sólo tenían cabida los que habían ganado la guerra excluyendo así a más de la mitad de la población que para nada estaban representados en las Cortes franquistas.

La parte en negrita son extractos del libro, Mis conversaciones privadas con Franco, Teniente general Francisco Franco Salgado- Araujo, página 376.


ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ, 27 de agosto de 2016

viernes, 26 de agosto de 2016

Eduardo Inda, basura, trash, des ordures, spazzatura, lixo


Un servidor también es un pancetas. ¿Algún problema sr. Inda? Lo de señor es un decir, claro. Creo que con este titular sobran cualquier tipo de comentarios. Ni Alfonso Rojo supera tanta vacuidad. Y pensar que hay gente muy inteligente que le dan al me gusta a lo que comparte Inda en FaceBook. No lo entiendo. No.



Eduardo Inda y su Okdiarrea, cada día que pasa se superan en estulticia. Iba a preguntar si están todos los profesionales de vacaciones y solo se ha quedado el becario, pero es que ni un periodista nobel puede ser tan torpe e inepto como para escribir tal sandez como titular.

Pero hombre, ¡si esta derecha carpetovetónica es una máquina de crear independentistas! Uno que jamás ha sido independentista -y la ETA y todo su entorno le da nauseas, o algo más- empieza a ver con buenos ojos que los catalanes, los vascos y cualquier región que no se sienta española, pida la independencia. ¿Se rompe España?, ¡pues al carajo hombre!

Por cierto, en Extremadura gastamos una panceta que es un alucine, el sr, Inda está invitado a una ración doble.

Nueva entrada del blog Badajoz Republicano: Para el Ayuntamiento de Valmojado en la becerrada no hay maltrato animal

http://badajozrepublicano.blogspot.com.es/2016/08/para-el-ayuntamiento-de-valmojado-en-la.html

jueves, 25 de agosto de 2016

Violencia roja y azul


En la Gaceta del Grupo Intereconomía opinan que la "izquierda asesina a quien piensa diferente", y para demostrar la veracidad de esta frase nos recuerdan  una de las matanzas -de las tantas que hubo- en la retaguardia. En este caso se refieren a una serie de asesinatos en la  cárcel Modelo de Madrid.

Ilustres derechistas y fascistas fueron asesinados el 22 de agosto en la Modelo:
  • José Maritinez de Velasco, Jefe del Partido Agrario, ex Ministro de la República
  • Fernando Primo de Rivera, Oficial del Ejército y Médico, hermano del Jefe de la Falange Española.
  • Julio Ruiz de Alda, aviador militar, tripulante del glorioso avión Plus-Ultra, fundador de la Falange Española, en la que acompañó desde un principio a José Antonio Primo de Rivera.
  • Enrique Matorras Páez, falangista y excomunista que escribió el libro “El comunismo en España”, en el que contaba su cambio de criterio político. 
  • Rafael Villegas Montesinos, General del Ejército.
La lista completa fue de de una treintena de personas que fueron encarceladas preventivamente con el objeto de que no engrosaran las listas de los golpistas. Esto no puede servir de ningún modo como justificación de cualquier asesinato.

Sí la izquierda asesinaba a quien pensaba distinto, ¿entonces porqué asesinaba la derecha? El caso de la Modelo fue muy divulgado en el franquismo y nos llega hasta nuestros días. Está bien, no podemos olvidar la historia. No obstante hasta que historiadores de la talla de Francisco Espinosa no empezaron a recuperar la memoria histórica de los vencidos, no hemos sabido del alcance de la represión derechista. Salas Larrazábal intentó dejar zanjado el asunto engañándonos y equiparando ambas represiones. Según Larrazabál en la Zona Gubernamental asesinaron a 73.297 y en la Zona "Nacional" 57.883. Hoy sabemos gracias a un nutrido número de historiadores que han investigado la represión localmente que esto no es así. En la Zona Republicana se asesinó a 50.000 personas y los fascistas acabaron con 150.000 personas (cifras redondas). No se trata de tirarnos los muertos a la cara. Pero la historia es la que es y ocultarla con la excusa de la heridas reabiertas más que una postura es una impostura.

En Infolibre cuentan la vida de "Dos costureras asesinadas y olvidadas durante 77 años en las Peñas de Santo Domingo":
Lourdes y Rosario Malón vivieron su última noche escondidas en una cueva. Tenían 18 y 23 años cuando el golpe de Franco las obligó a echarse al monte y abandonar Uncastillo, su pueblo, en el noroeste de Zaragoza. No iban solas. Unas 20 personas, entre ellas su padre Francisco y su hermano Mariano, trataban de escapar de las batidas de sublevados que peinaban la sierra. La noche del 20 de agosto de 1936, el grupo de Lourdes y Rosario se refugió en las Peñas de Santo Domingo, una zona de montaña y terreno rocoso a más de 1.500 metros. Hasta ahí llegaron unos falangistas que habían recibido el chivatazo y a las 5 de la mañana comenzaron los disparos. Rosario murió de un tiro en la cabeza y a Lourdes, herida en la pierna, la remataron por la mañana.
 Ahora, la Asociación La Charata para la memoria histórica de Uncastillo intenta recuperar los restos de las dos jóvenes y de un tercero, cuya identidad se desconoce. Este fin de semana comienzan los trabajos de rastreo con georradar en la pradera en la que fueron asesinadas y donde se cree que todavía están sus cuerpos.
“Mi familia fue prácticamente exterminada”, dice Mariano, de 60 años, hijo de Mariano Malón y sobrino de Lourdes y Rosario. Su padre fue el único de una familia muy vinculada al Partido Socialista que consiguió sobrevivir y llegar a la zona republicana de Huesca. “La única razón por la que murieron mis familiares eran sus ideas políticas”, explica. Además de sus tías Lourdes y Rosario, también murió huyendo su abuelo Francisco, exhausto y “sin ganas de vivir”. “A mi abuelo no lo fusilaron, pero lo mataron de dolor y pena”, dice Mariano. Antes de que murieran sus hijas, Francisco supo que su mujer Francisca, que no tenía afiliación política y que se había quedado en Uncastillo, había sido fusilada a comienzos de agosto en el pueblo vecino de Luesia.
“La historia era conocida en la zona y hace unos cuatro años subimos a Longás [un pequeño pueblo próximo a las Peñas de Santo Domingo] para recabar testimonios orales”, explica el arqueólogo Javier Ruiz, que colabora con la Asociación La Charata en este proyecto. Las pruebas que recogieron, como una información de El Noticiero en septiembre de 1936 que describía la batida falangista, sirvieron para delimitar poco a poco el área del enterramiento. “Mi padre volvió a por sus hermanas muertas al día siguiente, pero no pudo enterrarlas. Sólo colocó piedras encima para espantar a las alimañas”, dice Mariano. Ahora creen que los falangistas mandaron días después a un grupo de republicanos para que enterraran a las jóvenes cerca de la pequeña ermita de Santo Domingo.
 Mariano, que vivió 9 años en Uncastillo antes de mudarse a la localidad cercana de Pinsoro, explica que su padre nunca le ocultó la historia de su familia. “Mis tías eran costureras y ayudaban a la profesora Basilia siempre que podían. Cuando faltaba a clase, ellas se encargaban de sustituirla”. Pertenecían a las Juventudes Socialistas y su sobrino afirma que uno de los motivos por los que las persiguieron fue porque habían bordado una bandera republicana. Al conocerse la sublevación, se fueron del pueblo por precaución hasta ver que sucedía. “Pensaban que sería algo corto”, dice Mariano, quien detalla que su familia sobrevivió en el monte gracias a la ayuda de gente de Uncastillo. “Las salidas del pueblo estaban muy vigiladas y no permitían a los pastores llevar en sus alforjas mucha comida”, dice. Algunos de esos pastores se reunían luego con los huidos para darles su comida y volvían a casa en ayunas. Otros escondían alimentos camuflados bajo el estiércol que llevaban al campo.
Al principio, los huidos se quedaron en los alrededores del pueblo, más o menos dispersos, pero los ataques falangistas los empujaron hacia el norte. “Cuando llegaron a las Peñas de Santo Domingo, pensaban que estaban a salvo. Desde ahí ya se divisa la zona de Huesca”, cuenta Mariano. Su idea era cruzar el río Gállego y pasar al bando republicano. Sólo el padre de Mariano lo consiguió e incluso combatió en la 127 Brigada Mixta. Al final de la guerra, fue detenido en Valencia, juzgado en Zaragoza y obligado a trabajar en un Batallón de Soldados Trabajadores Penados durante tres años en Asturias y Cádiz antes de que pudiera regresar a Uncastillo.
 Optimistas y esperanzados
 
“Cuando supimos la historia de Lourdes y Rosario y hablamos con su sobrino Mariano nos preguntamos 'por qué no intentarlo'”, dice Mari Carmen Ríos, presidenta de La Charata. La asociación nació en 2007 para recuperar la memoria de los represaliados en la Guerra Civil y la dictadura en la comarca de las Cinco Villas y este verano ya realizó una exhumación en Sos del Rey Católico gracias a las aportaciones hechas por crowdfunding. Ahora buscan "hacer justicia a estas dos víctimas" y para ello cuentan con un equipo formado por tres arqueólogos, un antropólogo y voluntarios que efectuará una primera exploración con georradar en busca de posibles alteraciones en el terreno.
No obstante, La Charata lamenta la falta de apoyo económico y de financiación de estos trabajos. Actualmente, la Ley de Memoria Histórica no cuenta con fondos y no saben si recibirán unas subvenciones que ya tenían concedidas. De momento tienen 1.200 euros para la primera fase, que se realizará en los próximos días antes de que llegue el invierno, pero no saben si podrán continuar en primavera y completar los 5.800 euros del presupuesto total.
 Pese a todo, tanto la asociación como Mariano se muestran optimistas. Han visitado en varias ocasiones el terreno y han comprobado que las descripciones de los testimonios encajan, como la cueva en la que se refugiaron Lourdes y Rosario, poco más de dos metros excavados en una roca. “Tengo la ilusión y la esperanza de encontrarlas”, dice Mariano. “Yo no guardo rencor y aquí los que podrían perdonar ya están muertos. Está claro que todas las muertes de la guerra fueron inútiles. Encontrarlas no sería un triunfo, pero sí un final del camino, aunque siga teniendo un vacío en mi interior: yo nunca tuve besos y caricias de mis abuelos ni navidades con mis tías”.


martes, 23 de agosto de 2016

Gracias a nuestro colaborador Antonio Alfonso Hernández

Cuando publicamos una entrada y pasan los meses o los años parece como si ese trabajo quedara relegada al olvido, pero no es así. Gracias a la web Starcounter, puedo saber las ip's que entran en el blog y las entradas a las que estas ip's acceden. Veamos un ejemplo -la ip del visitante la he borrado-:


Desde Camas, Andalucía, el día 23 de agosto de 2016 accedieron a la entrada: "EN 1940 AÚN SE FUSILABA MUCHO", escrita por Antonio Alfonso en 2013. Los usuarios de Internet aficionados a la historia usan este medio para estar informados. Algo peligroso dependiendo del portal que se visite. En fin, hay de todo.

Esta entrada antes aludida la han compartido 4.194 personas y la han leído otras 1.435, no está nada mal para un blog de un servidor, alguien sin ninguna relevancia en el mundo bloguero e historiográfico.




Después de enseñaros las "tripas" del blog, creo necesario volver a reeditar la entrada de Antonio Alfonso. Escrito que demuestra esa falacia tan repetida como que la guerra la perdimos todos.



EN 1940 AÚN SE FUSILABA MUCHO EN BADAJOZ

Si las cuentas no me fallan esta entrada hace la número cincuenta, número redondo, en mis colaboraciones en este blog. Desde aquí quiero expresar mi agradecimiento a Juan Antonio Cortés Avellano, no sólo por habérmelas publicado, sino también, por haberme dado toda la libertad del mundo a la hora de desarrollar los temas. Si las circunstancias lo permiten, seguiré humildemente realizando mis aportaciones.

Aún sin existir cifras definitivas en cuanto a la represión despiadada que se instaló en España tras la guerra civil, algunos especialistas estiman que no menos de 50.000 personas acabaron siendo fusiladas en el periodo comprendido entre 1939 y finales de los años cuarenta. Así, de esta forma, quedó meridianamente claro que el 1 de Abril del 39 no había llegado la paz sino la victoria, que es muy distinto. El apetito exterminador y vengativo de los que ganaron la guerra no cesó pues, cuando los fascistas hubieron alcanzado los últimos objetivos militares , tal como rezaba el último parte de guerra.


Para ilustrar un poco la situación de las cárceles españoles de entonces, atiborradas de presos políticos, me he decidido rescatar un interesante testimonio aparecido en el libro, LA GUERRA CIVIL EN EXTREMADURA. 1936-1986, publicado por el DIARIO HOY con motivo del cinquagésimo aniversario del comienzo de la devastadora guerra civil española. En él, el protagonista detalla la desgarradora experiencia que le tocó sufrir en la cárcel de Badajoz , cuando los fascistas aún fusilaban a diario a un buen número de personas.


He preferido respetar el testimonio de forma íntegra para que nos llegue más hondo el mensaje que desea transmitir . Es un pelín largo pero espero que me lo sepáis disculpar y que os resulte interesante.

LA REPRESIÓN AL TERMINAR LA GUERRA: FUSILAMIENTOS EN LA CÁRCEL DE BADAJOZ

Joaquín Aguirreche, represaliado vasco, estuvo preso en la cárcel de Badajoz en 1940. En este testimonio cuenta cómo era el ambiente en la misma y el destino de los condenados a muerte.Joirree, represaliado vasco, estuvo preso en la cárcel de Badajoz en 1940. En este testimonio cuenta cómo era el ambiente en la misma, y el destino de los condenados a muerte.

Ingresé en la cárcel de Badajoz el 31 de Enero de 1940. Llegué junto con un grupo de 45, que tenían de la de Orduña. Con estos compañeros de infortunio, que los tenían ya condenados a muerte, me juntaron en Castuera.

Al llegar , nos bajaron al patio, para el registro de nuestros miserables “ajuares” . Al rato me llaman desde la oficina, y era porque, entre mis cosas, había una lata de leche condensada y no estaba permitido tenerla. Se la vendí a un funcionario, y bajé de nuevo al patio.
 Estando en la escalera, se acercó a mí un funcionario, el cual, cogiéndome del brazo, de malos modos, me llevó adonde estaban los que habían venido conmigo, los condenados y me dijo que “allí era donde debía estar yo· . Aquello lo llamaban los veteranos la “línea Maginot” que era el lugar donde colocaban a los condenados a muerte, por falta de espacio en los calabozos. Esa primera noche la pasé allí, porque el funcionario me creyó también a mi condenado.
Cuando volví a recoger mis miserables bártulos, me encontré a un joven, casi niño, que me preguntó si yo era vasco Cuando supo que lo era, me cogió la mano muy fuerte y me dijo “Soy portugués. Me llamo Agripino. Vine voluntario a luchar por la República, por lo que me tienen condenado a muerte. Estuve en la cárcel de Ondarreta (San Sebastian) y estoy tan agradecido a los vascos, por lo bien que me acogieron los presos de allí, que allí donde encuentre uno, me encontrará a mi”-
Este amigo me proporcionó a otro, Andrés Grijota Lozano, y de este trio emanó una sincera amistad, que fue sellada con sangre. Primero, porque ese día, me fue dado contemplar, con horror e impotencia, cómo se llevaban a 19 hombres del grupo que llegó conmigo, y, después , por la ejecución de Andrés.
Este era sencillo, afable, cariñoso, simpático, y tenía una gran dosis de inteligencia que le hacía inmune a cualquier vanidad. Sabía estar donde se le necesitaba. Era humano, creedero y , a pesar de estar condenado a muerte, con él se podía reir, jugar, divertirse.
Todos los días, a la hora de pasar la “velada”, a la hora más triste, la de ser encerrado en el calabozo, a nuestro “ hasta mañana, si llegamos” y asi se iba este amigo, a sufrir el tormento de los condenados.
 El día 2 de Mayo, comunican a Agripino que le anulaban su consejo y que le trasladaban a Madrid, para responder de otras acusaciones más graves. ¡Cómo lloraba! “Prefiero que me maten aquí”. No quiero separarme de vosotros. Decía. Al final el traslado fue bueno para él. Pero ¿cómo prever entonces que sería para su bien?
era el más entero, el más persuasivo, y se esforzaba en convencerle de que aquello podía servirle para un final feliz. Y así fue , por fortuna.
La separación fue brutal. En nuestra incierta situación, era mucho lo que perdíamos con la marcha de Agripino. Andrés apenas tuvo tiempo de reponerse del golpe, porque 22 días después lo mataron.
 Por el momento yo no corría peligro. Pude lograr el “retraso” del consejo, gracias a las ayudas exteriores de María y Carmen Alba, a las que doy otra vez las gracias.
El 24 de mayo de 1940 fue el día de la ejecución de Andrés Grijota Lozano. A las 3 de la madrugada, me despierta la voz de uno cualquiera de los desgraciados que venían en cadena y que allí, en la Burreta, que era el nombre de nuestra celda, me llama desde la cancela del primer piso, para que me presentara allí.

Al despertarme, no me había dado exacta cuenta de lo que pasaba, sólo que tenía que presentarme en la cancela y que eran las 3 de la mañana. El miedo me hizo pensar lo peor. Yo no había pasado consejo. Tenía que haber una confusión.
Mientras me vestía, venían a mi mente un sinfín de pensamientos. ¿Qué si sentí miedo? No hay tiempo para eso. Es una sensación tan brutal, que te anonada y te insensibiliza. He visto a unos cuantos en esas circunstancias, y puedo asegurar que a ninguno he oído un lamento, pues sólo se tienen palabras para los hijos, los padres, la esposa. No hay sitio más que para el propio dolor.
 Cuando llegué a la cancela, al otro lado de la cual tenían amontonados a los condenados, vi a Andrés frente a mí, que me miraba con una sonrisa indefinible, con la que me decía “Amigo Joaquín, ha llegado mi hora”.
El suplicó al guardián que abriese la cancela, para despedirse de mí. Con un abrazo, fuertemente, le dije: “ Andrés, sé valiente. Otro día me tocará a mí” El me contestó intentando mostrarse alegre: “ No te preocupes, a ti no te matarán”
Andrés estaba un poco nervioso. No cesaba de hablar, como monologando. Dirigiéndose al guardián, decía “ No entiendes ustedes al pueblo y no lo entenderán nunca” No les interesa saber de sus dolores, de sus sacrificios” . A mí me dijo que le gustaría que conociese a su madre y a su hermana, y quería que les contara sus últimos momentos.
Fumamos el último cigarrillo juntos y de allí se fue mi buen amigo Andrés Grijota Lozano, de 24 años de edad, de Villanueva de la Serena, pelo negro, estatura regular, ojos vivos y de una inteligencia poco común. Corresponsal de prensa de Claridad, periódico socialista, y por cuya causa, como gran delito, fue ejecutado el 24 de mayo de 1940.
 Vista ya la evidencia de que aquel momento no era el mío, con el brutal golpe de la muerte de Andrés, tumbado en el suelo, lloré con una congoja de chiquillo. (LA GUERRA CIVIL EN EXTREMADURA, 1936-1986. Periódico Hoy)

El dato ofrecido por este testimonio en 1986, “ El 24 de mayo de 1940 fue el día de la ejecución de Andrés Grijota Lozano “ coincide plenamente con lo publicado en el imprescindible LA COLUMNA DE LA MUERTE de Francisco Espinosa Maestre.


En la página 352 del libro y en el apartado de los listados de fallecidos en Badajoz, aparece:

24/ 05/ 1940
José Castro Macías, 27 (Almendralejo)

Andrés Grijota Lozano, 24 ( Villanueva de la Serena)

Justo Rivero Pérez, 30 ( Salvatierra de los Barros)

Como podemos apreciar, a Joaquín Aguirreche se le habían quedado bien grabados los hechos ocurridos a pesar de haber transcurrido 46 largos años, coincidiendo absolutamente el nombre, la edad y la fecha del fallecimiento del corresponsal de Claridad, lo cual demuestra la veracidad plena de lo manifestado por el vasco.

Que fusilaran a 19 personas en un mismo día, demuestra el apetito exterminador que tuvieron los fascistas, aún cuando la guerra hubiera finalizado más de un año antes. Para que encima, haya todavía muchos indeseables que los defiendan.

Bien expresado queda por parte del maestro Espinosa Maestre en el libro que acabo de citar, la complejidad de saber algún día la cifra real de represaliados en Badajoz, por la escasez de inscripciones de fallecidos que realizaron los fascistas:

“ Si en Huelva , gracias a la Causa General, los Archivos Municipales y los ficheros de la Compañía Minera de Riotinto, la investigación logró devolver a la historia mil casos de personas nunca inscritas y la certeza de que fueron más de 2.500 los desaparecidos que nunca fueron inscritos, en éste de Badajoz, prácticamente con la Causa y algunas investigaciones locales, han sido cerca de 500. No exagero si digo que con lo que sabemos de la zona estudiada es muy fácil que estas 6.600 personas aquí relacionadas se duplicarán. De hecho, creo que sólo con las matanzas efectuadas en la ruta principal por las fuerzas africanas se alcanzarían cifras muy superiores a las que tenemos. LA COLUMNA DE LA MUERTE. Página 320.

Antonio Alfonso Hernández. 31 de mayo de 2013.



¿Cuantos reporteros estuvieron en Badajoz en agosto de 1936?

Mario Neves (1989)
Nos están contando que alrededor de 30 periodistas entraron en Badajoz después de que los golpistas asaltaran la ciudad. ¿Esto es cierto? Al menos 30 periodistas contaron -a su manera- lo que pasó en la capital pacense.

Uno de ellos fue Edmon Taylor, que según Moisés Domínguez el 16 de agosto de 1936 escribió el artículo "BADAJOZ CITY OF DEAD AS REBELS ROUT LOYALISTS" y que salió publicado el día siguiente en la página dos del Chicago Tribune.

El artículo del periodista del Chicano Tribune parece correcto hasta que leemos:
Muchas casas estaban en llamas y se quemaron sin que nadie hiciera nada. El humo se extiende como un manto sobre la ciudad. Las calles están llenas de cadáveres, azulejos y cristales rotos de las casas y del hedor y la basura de la batalla.
Esto contrasta con lo que escribió Mario Neves, periodista portugués del cual no hay duda que estuvo varios días en Badajoz:
Pudimos comprobar, sin embargo, que no ha  habido muchos incendios. Solo el teatro López  de Ayala se encuentra totalmente destruido por el fuego.
Desde la frontera de Caya tenían la percepción de que la ciudad estaba siendo acosada por notables incendios. Cuando al fin lograron entrar vieron que esto no fue así. No obstante, para Edmon Taylor si que hubieron muchos incendios. Si se hubiese dado un paseo por toda la ciudad hubiese comprobado la verdad. Claro que, si no estuvo donde dice que estuvo, y consiguió la información por otra fuente, entendemos el error.

John Elliott fue otro periodista que ¿estuvo? en Badajoz y que escribió otro artículo muy parecido al de su colega Edmon Taylor, hasta comete el mismo error que Taylor al  equivocar la graduación de Antonio Castejón Espinosa. Para Moisés Domínguez esto tiene fácil explicación: escribieron los artículos juntos. Eso o la fuente que utilizaron esta errada, y como no pisaron Badajoz pues no sabían que Castejon era comandante de la Legión y que los incendios no fueron gran cosa.

Todo esto son elucubraciones que no nos llevan a ningún lado. Con esto quiero demostrar que especular y reinterpretar los artículos de los periodistas a veces nos lleva a un callejón sin salida.

sábado, 20 de agosto de 2016

La plaza de toros de Badajoz: una matanza negada


"el hecho principal es la inexistente matanza de la plaza de toros de Badajoz”. Esta frase es la última tendencia que mantiene algún que otro pseudohistoriador, y que quiere hacer creer a toda su grey que en la desaparecida plaza de toros vieja de Badajoz no se fusiló a nadie. No diremos nombres, porque estos investigadores no tienen la suficiente relevancia, rigor y conocimientos como para ser tomados en cuenta. Nos hablan del asesinato de Balmes, del miliciano que fotografió Robert Cappa y creen saber su prodecencia. Un poco más y nos informarán de la talla de zapato que usaba Jay Allen.

Sus obras son fácilmente desmontables y sus teorías la mayoría de las veces son ridículas a la par que descabelladas. Raramente suele ser criticados por historiadores profesionales y alguna extraña vez que algún historiador ha comentado las obra de esto falsos historiadores, hemos comprobado la poca profesionalidad de estos investigadores que tratan de lavar la memoria del mal llamado bando "Nacional".

Las personas que vivimos en Badajoz y nos hemos acercado a los sucesos del Golpe de Estado en la ciudad de Ibn Marwan, y que lo hemos hecho acudiendo a todas las fuentes posibles a nuestro alcance, pocas dudas podemos tener de que en aquella plaza de toros en agosto de 1936 hubo una matanza de personas cautivas por los fascistas. Las fuentes orales así nos los confirmaron. Hubieron vecinos que vivían alrededor de la plaza que oían disparos procedente de las ejecuciones en el coso de la plaza. Sabemos de gente que vivió para contarlo. Un abuelo de un querido amigo tuvo el aval de un sargento del ejército y fue salvado in extremis. Lo conducían al pelotón de fusilamiento cuando entró el sagento -que fue alertado por la mujer del reo- y lo salvó de una certera muerte. En fin, que testimonios, algunos desaparecidos ya, que vivieron aquellos trágicos días nos confirmaron lo que Jay Allen dio a conocer a todo el mundo.

Francisco Pilo, que investigó y escribió sobre la matanza de Badajoz consiguió testimonios que traen mucha luz a esta realidad hoy negada por la extremaderecha neofranquista.

TESTIMONIO DEL LIBRO DE FRANCISCO PILO, de un hombre que en la madrugada del 14 al 15 recibió la orden de cargar cadáveres en un camión y llevarlos desde la plaza de toros hasta el cementerio:
“El enterrador decía que no sabía qué iba a hacer con tantos muertos. Nos dijeron que volvieramos a la plaza de toros y así lo hicimos. Dentro de la plaza había más muertos, un montón aquí y otro allá. Aquel día dimos lo menos seis viajes. Al día siguiente cuatro o cinco viajes. En el primer viaje me fijé que los habían colocado a los muertos del cementerio unos encima de otros, formando un montón. Cuando dimos el segundo viaje ya los habían dado fuego. Aquello era espantoso. El olor era terrible y algunos muertos parecía como si se quejaran cuando ardían.”
Esto nos confirmaría que al menos durante dos días se estuvo asesinando en la plaza de toros.

TESTIMONIO DE UN SUPERVIVIENTE, entonces con 15 años, al investigador Francisco Pilo Ortiz, autor del libro “ELLOS LO VIVIERON. SUCESOS DE BADAJOZ DURANTE LOS MESES DE JULIO Y AGOSTO DE 1936”:
“Nos pasaron a la plaza de toros y nos alojaron en unos pasadizos que había por debajo de las gradas. No había más luz que la que pasaba por las ranuras o las aspilleras de las murallas. Al día siguiente empezaron los fusilamientos. El sistema que tenían era el siguiente: entraba un cabo de la legión, contaba hasta 20, los sacaba al ruedo, donde ya esperaban los guardias civiles que componían el piquete de ejecución. Una vez fusilados llamaban a algunos para que cargaran los muertos en una camionetilla chica y se los llevaban, creo, al cementerio”.
No hubieron ametralladoras asesinando en la plaza de toros, pero sí un piquete de ejecución formado por guardias civiles encargados de "limpiar" la retaguardia franquista.

La matanza no solo se ejecutó en la famosa plaza de toros, como muy bien explicó Francisco Espinosa, la cuestión está en saber en donde no se mató a nadie.

viernes, 19 de agosto de 2016

Franco: ese nombre



Villafranco del Guadiana es una pedanía que depende de Badajoz. El alcalde de la capital pacense, del Partido Popular, para cumplir con la Ley 52/2007 ha decido cambiarle el nombre con toponimia franquista. El escándalo esta servido: algunos vecinos se han organizado para recoger firmas y conseguir así que la localidad siga rindiéndole honores al dictador Francisco Franco. El diario Hoy se traslado a la pedanía con nombre franquista y a entrevistado a algunos de sus habitantes. ¡Vergüenza ajena!

Este es el resultado de no educar a la ciudadanía correctamente. Un vecino que se llama Pedro comenta que le parece un error, porque él, que se llama así en honor a su abuelo, si su antepasado hubiese sido su un nazi no por eso habría que cambiarse de nombre. Ignorancia supina elevada al cubo. En Alemania está prohibido la exaltación del nazismo, pero no por eso han prohibido el nombre de Adolf. Gentes con estos razonamientos están firmando para que el alcalde de Badajoz no cumpla con la Ley 52/2007.

Las leyes por mucho que no nos gusten deben de cumplirse, lo más que la ciudadanía puede hacer es pedir la derogación de una ley que le parezca injusta. Está claro que la ignorancia es la madre del atrevimiento.

Otra argumentación que ya empieza a ser cansina es que hay cosas más importantes de que tratar en la pedanía: "nos hace falta una piscina; nos hace falta un polideportivo; y nos hace falta muchas cosas". El anciano tiene razón, por eso hasta que el alcalde no les construya una piscina o un polideportivo el resto de los asuntos son mejor ignorarlos, y si hace falta saltarse la ley a la torera pues amén.

jueves, 18 de agosto de 2016

No, si al final Lorca habría votado por la CEDA

“Se han apropiado indebidamente de Lorca, que para nada era de izquierdas”; estas palabras pertenecen a Miguel Caballero, autor de la investigación "Las últimas trece horas de Federico García Lorca". Para Miguel Caballero el asesinato de Lorca no fue debido a que el poeta fuese de izquierdas y homosexual, si no debido a unas rencillas entre familiares.

Lorca no sería de izquierdas, pero joder, que bien lo disimulaba.


Aquí vemos a Lorca rodeado de derechistas haciendo un saludo muy típico de las derechas de los años 30.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Libertad religiosa para todos

Pregunta Carmelo Jordá, desde -paradójicamente- Libertad Digital, que si "¿Existe el derecho al burkini?". Su veredicto es claro: "No, no existe el derecho humano al burkini, como no existe el derecho a humillar o torturar públicamente a nadie, aunque la víctima se preste a ello de forma presuntamente voluntaria".



No hace tanto, a principios del siglo pasado, hombres y mujeres se bañaban en público prácticamente vestidos, tal vez debido a una estricta moral puritana inducida por sus sentimientos religiosos. Sea como fuere, la sociedad se fue quitando esos prejuicios moralistas ignorando la "decencia" religiosa.


Pero por lo visto hay sociedades que no se desarrollan fuera de sus creencias divinas. Recientemente en Cannes han prohibido bañarse con el burkini a mujeres de creencia musulmana. Decisión que a ciertos "liberales" parece llenarles de satisfacción. ¿Podríamos prohibirle a una monja católica bañarse vestida con sus hábitos?

Escribe Carmelo:
"Por supuesto, habrá mujeres que aseguren que ellas eligen vestirse así desde una supuesta libertad. No voy a entrar a analizar qué libertad puede ser esa que convierte a un ser humano en un fantasma y lo expulsa del mundo en el que los demás compartimos espacios, hablamos, nos relacionamos y, en suma, vivimos como los animales sociales que somos".
Por supuesto que Carmelo Jordá se está refiriendo a las mujeres que abrazan el islam. Ahora imaginémosnos a la monja de la imagen de arriba, y pensemos en el escrito de Jordá: la monja oculta todo su cuerpo tras un tupido ropaje, además, no deja que veamos sus cabellos gracias a una especie de hiyab católico. ¿Podríamos decir que su religión la ha convertido en un fantasma y la ha expulsado "del mundo en el que los demás compartimos espacios, hablamos, nos relacionamos y, en suma, vivimos como los animales sociales que somos."? O tal vez las elucubraciones de Jordá solo valen para una religión que no es de su agrado.

No me gusta ninguna religión: el mundo va como el culo y la religión no sirve para nada. Fijémosnos en la vieja Europa, la Europa del cristianismo. ¿Y qué me dicen de Israel?, en fin, que para ser bueno no hace falta creer en Dios y no por creer en Dios vas a ser un dechado de virtudes. La religión no sirve.

Pero ya que tenemos que convivir con ella, podríamos hacerlo de la mejor forma: si a una monja le sale del hábito bañarse vestida a nosotros que nos importa. Valga esto para todos los ortodoxos de todas las religiones. Se puede convivir con las religiones siempre que esta no pretenda ser totalitaria. ¿Se imaginan un mundo sin divorcio? Pronto no nos imaginaremos un mundo sin matrimonio homosexual. Y es que la sociedad avanza, muy a pesar del integrismo religioso. 

lunes, 15 de agosto de 2016

Badajoz 1936



Badajoz 1936, documental producido por RTVE sobre la gran matanza de Badajoz. Un crimen de guerra que en los inicios de la Guerra Civil fue un escándalo internacional, gracias a que intrépidos periodistas (René Brut, Jay Allen...) supieron filtrar la noticia. Jay Allen tuvo que huir de los fascistas y René Brut estuvo preso una semana antes de ser deportado.



Hoy 15 de agosto de 1936 hemos asistido a un emotivo homenaje (organizado por el PSOE local) para recordar a las víctimas de aquella horrible matanza, que según matiza Francisco Espinosa Maestre: “El tipo de horror que se practicó en Extremadura difícilmente tiene parangón”

Nueva entrada del blog Badajoz Republicano: Rajoy: "Es el vecino el que elije al alcalde".
http://badajozrepublicano.blogspot.com.es/2016/08/rajoy-es-el-vecino-el-que-elige-al.html

domingo, 14 de agosto de 2016

Genial entrevista a Francisco Espinosa Maestre para La Marea

“El tipo de horror que se practicó en Extremadura difícilmente tiene parangón”

Hace 80 años, el 14 de agosto de 1936 por la noche, comenzó la ‘masacre de Badajoz’.
 Francisco Espinosa lleva décadas buceando en archivos y sorteando trabas para investigar la Guerra civil y el franquismo en el suroeste de España.
14 agosto 2016
16:55
“El tipo de horror que se practicó en Extremadura difícilmente tiene parangón”
Francisco Espinosa (Villafranca de los Barros, 1954) lleva décadas buceando en archivos y sorteando trabas para investigar la II República, la Guerra Civil y el franquismo en el suroeste de España, donde la columna del general Juan Yagüe hizo estragos y sembró de terror los pueblos tras el golpe de Estado. Comprometido contra el olvido, su último libro, Lucha de historias, lucha de memorias. España 2002-2015, se centra precisamente en los avatares del combate por la memoria histórica.
¿Se encuentra con muchas trabas el investigador de la época del golpe de Estado contra la II República y el franquismo?
La investigación de la historia reciente siempre ha sido conflictiva. Siempre. En los 80 en el suroeste peninsular había un tope a la hora de investigar, que era la II República. De ahí no se pasaba. Cuando lo intentabas los funcionarios rápidamente te decían que para qué querías determinados documentos… Había todo tipo de trabas y al final solamente si encontrabas una vía de acceso lateral, accedías a la documentación. Si no, no. Siempre ha sido una carrera de obstáculos. Ibas al Archivo Histórico Nacional y pedías documentación de la Causa General y rara era la vez que no te tocaba un funcionario que te hiciera comentarios negativos. La mayoría eran antiguos guardias civiles. También los archivos militares, que estaban más restringidos.
¿Esto tiene paralelismo con otros países de Europa?
No, no, en otros países todo esto está profesionalizado. Archivos como los ingleses o los franceses se diseñan de cara a favorecer el trabajo al usuario. Aquí no. Aquí cualquier investigador que se ha metido en este tema ha tenido problemas a algún nivel. Todo se reduce a un favor que te hacen.
¿Qué queda por saber de documentos inéditos del franquismo?
Queda lo fundamental. Hay tres fondos documentales que no hemos podido ver todavía y en los que está realmente la clave. Nos podrían dar un retrato fiable de lo que supuso la represión. Se trata de la documentación militar, que en su mayor parte fue destruida pero de la que tienen que quedar cosas, que aún no sabemos dónde están. Por otra parte está la documentación de las delegaciones de orden público, donde tenían un fichero exhaustivo de lo que había pasado con cada persona. Y por último falta la guardia civil, que también tenía una documentación completa sobre lo que estaba ocurriendo. En pueblos la máxima autoridad era el comandante militar de la guardia civil. Podía ser un sargento, un teniente, un cabo… lo que hubiera, según la entidad de la población. Si tuviéramos esa documentación, haría ya tiempo que se habrían desvelado totalmente las consecuencias del golpe. En algunas entrevistas con motivo del 80 aniversario me han pedido la cifra exacta de la gente que mataron en Badajoz. Eso con los registros civiles no se puede saber, la cantidad se queda en nada al lado de la realidad. Y esa documentación me temo que va a ser muy complicado que salga a la luz.
¿De qué depende que lo haga?
Sobre todo de voluntad política.
Habiendo gobernado el PSOE, que se supone que es un partido con tradición antifranquista, ¿no se tendría que haber solucionado?
No, no. En la época de Felipe González no querían saber absolutamente nada de la república ni de la guerra. Pero en el caso de [José Luis Rodríguez] Zapatero, cuando estuvo Carme Chacón de ministra de Defensa, se inició un proyecto de desclasificación de 10.000 documentos militares. La datación era entre 1936 y 1968. Hubo un equipo que estuvo clasificándolo -no sabemos qué es ni lo que contienen- y de esos montones de documentos iban a desclasificar una parte. Ya estaba todo preparado, pero faltó la voluntad. Antes de dejar el gobierno, cuando volvió a ganar el PP, dejaron sin pasar por el Congreso ese tema, por lo que no se aprobó el último paso necesario. Y ahí siguen los documentos.
La liberación de estos fondos documentales, ¿cerraría definitivamente discusiones como la de cuántos muertos hubo en la matanza de Badajoz?
Por supuesto, claro que acabaría. En el caso de la matanza de Badajoz, en el archivo militar de Ávila hay un documento importante que es un informe de [el general franquista] Yagüe. Se lo manda a Franco recién tomada la ciudad. Le explica la operación y le dice que en documento adjunto le pasa todos los datos sobre bajas propias, bajas ajenas, armamento recogido… un montón de cosas. Ese documento no está. Alguien lo ha cogido. Como antes de que pudiéramos entrar nosotros estaba abierto a los militares… Han estado solos, sin vigilancia. Imagina lo que pondría en ese documento. Hay un historiador francés que decía que cuanto más interesante sea un documento más posibilidades hay de que desaparezca.
Como historiador con experiencia, ¿tiene esperanzas de que en algún momento se sepa a ciencia cierta lo que pasó en Badajoz?
La esperanza no se puede perder, pero lo veo difícil.
Ha criticado en alguna ocasión el trato desastroso de los lugares de la memoria en Extremadura, como la destrucción física de la plaza de toros de esta ciudad.
Eso lo critiqué en el libro La columna de la muerte y tuvo un coste… Cuando se presentó en Badajoz, allí no fue nadie, ni del ámbito PSOE. Gente incluso que conocía, no fueron. Habían comprado ejemplares a la editorial, porque sabían lo que era el libro, que incluía listados de 7.000 personas que fueron asesinadas en la provincia y querían llevarlos a sus agrupaciones. Pero aquellas palabras les sentaron fatal. La destrucción de la plaza de toros, contado por alguien que lo vivió, se dio tras una reunión que convocó [el ex presidente de la Junta de Extremadura] Juan Carlos Rodríguez Ibarra y en la que comunicó la idea que había tenido: hacer un palacio de congresos en su lugar. “¿Hay alguien que tenga algo que decir?”, dijo. Y todo el mundo se quedó callado. Ni uno dijo nada. Por otra parte, el movimiento social por la memoria histórica en Extremadura ha sido siempre débil, y en eso ha podido influir la emigración. Toda esa gente se fue a Madrid, Cataluña, Euskadi, a otros países europeos. Los emigrantes eran precisamente gente del mundo de los vencidos, que podrían haber tenido ahora una participación más importante en todo este proceso. Desde el 2002 al 2008 se vivió una época de cierto ajetreo pero desde entonces el movimiento por la memoria ha ido en picado.
¿Qué se tenía que haber hecho con la plaza de toros de Badajoz para ser respetuosos con la memoria?
Pues había un plan ideado por Luis Pla, a quien mataron al padre y al tío, los hermanos Pla. Pertenecía a una familia de dinero. El padre tenía el garaje de venta de coches más importante de Extremadura. Eran gente de Izquierda Republicana.
Digamos burguesía progresista.
Eso es. Claro, los golpistas cuando encontraban a alguien así se ponían muy contentos. No sacaban nada de matar a miles de jornaleros, pero cuando cogían a uno como a Pla… el coche que se llevó Yagüe a Toledo era el coche de Pla. Un cochazo. La viuda y los hijos batallaron como pudieron y lograron que les devolvieran el garaje en los 50, que hoy en día es la sede del Colegio de Arquitectos. Pese a que les quitaron todo, conservaban las buenas relaciones que tenía la familia. Pues Luis Pla hizo hace años un proyecto en el que proponía un uso doble, en el que se conservaba media plaza y la otra era un espacio abierto. Y como por debajo estaba hueca, que era donde metían a la gente, quería aprovechar para hacer un centro de interpretación de lo que había pasado allí, con documentos, fotografías… Pla se lo presentó a Ibarra pero éste no tuvo ningún interés. A esta gente este tema les molestaba. El mismo Alfonso Guerra había dicho que la guerra civil era “pura arqueología”. Ése era el espíritu que se respiraba. Todo era la UE, lo que teníamos por delante, los acuerdos con Alemania… Lo que no tiene sentido ninguno es lo que hicieron, porque entre otras cosas el palacio de congresos es una ruina, no se utiliza. Hay que mantenerlo, limpiarlo… no quiero imaginar lo que costará su mantenimiento. Fue un error. Debería haberse hecho un centro donde la gente pudiera ir a recordar la ocupación de Badajoz, el golpe en la ciudad, y habría sido un lugar especial de memoria, como en Euskadi el árbol de Guernika o en Granada el sitio donde mataron a Lorca.
También es cierto que los poderes fácticos en la ciudad venían de la dictadura. Eso habría generado una resistencia muy fuerte.
Sí, pero ocurre una cosa. Durante muchos años la alcaldía y la Junta fueron del PSOE, podrían haber hecho lo que les hubiera dado la gana. La derecha de la dictadura y la transición no se habían atrevido a tocar la plaza de toros, porque pensaba que eso hubiera supuesto un problema social, una reacción importante. Llega el PSOE al poder y la derecha ve que éste no hace nada e incluso decide tirarla. Se quedan absolutamente asombrados. Al final resulta que lo tiran ellos. Una cosa absurda.
En su libro La columna de la muerte relaciona la represión tan brutal que hubo en la provincia de Badajoz con las ocupaciones de latifundios que tuvieron lugar el 25 de marzo de 1936. ¿Tanta trascendencia tuvieron aquellos hechos?
Escribí un libro, La primavera del Frente Popular, que lo que intenta es precisamente responder a esa pregunta. Y creo que demuestra que sí, que hubo una relación directa. Además Badajoz fue una provincia piloto para la reforma agraria por los problemas que arrastraba desde hacía ya muchísimo tiempo, como mínimo desde el siglo XIX.
Con las desamortizaciones.
Sí. Fíjate que coincide con la creación de la Guardia Civil, porque se crea una conflictividad social enorme y tienen que poner en todos sitios guardias vigilando la propiedad. Dejan a la gente sin medios de vida. El problema se plantea en 1932 cuando la República aprueba la reforma agraria. Cuando llega la derecha lo corta absolutamente todo y sólo mantienen los proyectos que ya están en marcha, que eran muy pocos. Y luego gana el Frente Popular, en cuyo programa se decía que se iba a iniciar de manera inminente el tema de la reforma agraria. Ahí la gente no esperó a que el gobierno actuase, porque ya había estado antes y se había quedado corto. La gente puso el ritmo de marcha. Tuvo que ser una cosa impresionante. El 25 de marzo se produce la invasión de fincas. Se presentaron a las cinco de la mañana para ocupar cientos de fincas en la provincia. El gobierno mandó a las fuerzas de asalto y lo que hacían los campesinos era salirse de la finca, con lo que no hubo choque. ¿Que se iba la guardia de asalto? Pues otra vez para dentro de la finca. Consiguieron lo que querían. Esto no era la revolución mexicana, no se quería quitar la propiedad a nadie, sólo se quería expropiar parte para el uso de los asentamientos.
¿De qué tipo eran esos asentamientos? ¿Dio tiempo a desarrollarlos?
Sí, en tan poco tiempo se hicieron. Había parcelas individuales y colectivas. Hay términos municipales inmensos, como Jerez de los Caballeros, donde hubo varios asentamientos. Además casi todos los propietarios eran absentistas, vivían en Madrid. En las décadas anteriores había habido muchísimo conflicto. Llegué a ver en varios ayuntamientos, aunque se conservaban muy pocas, las actas de formación de los asentamientos. Son documentos oficiales en los que se decide quiénes se van a asentar, cuántos, se nombra a una persona responsable de ese grupo, al que llamaban el cabezalero, e inmediatamente comenzaban a trabajar. En el Instituto de Reforma Agraria había técnicos a los que ese proceso les sobrepasaba totalmente. Eran gente normalmente de buena clase, eso de estar participando en un proceso de expropiaciones… pero luego había otros que sí estaban dispuestos a hacerlo. Claro, luego lo pagarían. Esos funcionarios lo acabaron pagando duro. En el caso de los que se asentaban, comprobé que eran prácticamente los mismos que aparecían en los listados de la represión. Había una represión de tipo ejemplarizante y para dejar a la gente aterrorizada, y luego otra que queda en mano de fuerzas locales. La Guardia Civil es la que manda, pero a ella la asesoran propietarios de derechas, los manijeros -los que llevaban las tierras de los propietarios cuando se ausentaban-, curas…
La Iglesia jugó también un papel fundamental en la represión.
Es terrible. Es otra de las cosas precisamente que tienen los documentos de los archivos militares. Cuando se le hacía un consejo de guerra a alguien, se le pedía informe a la Guardia Civil, al alcalde y jefe local del movimiento, a la Falange y al cura. Ahí se ve lo que decían los curas. Ese tipo de documentación ha desaparecido de los archivos parroquiales.
El siglo anterior fue de expolio de bienes comunales. ¿Cuáles eran las condiciones de vida del extremeño medio en el momento del golpe?
Lo que había precisamente era una falta de extremeños medios. Había una élite que vivía bien, clase media había muy poca, y luego una masa enorme de jornaleros, yunteros… Aquí no había industria, no podían trabajar como en otras zonas. La situación era terrible, explosiva. El momento clave para Extremadura se produce con la guerra de la independencia contra los franceses. Aquí se produjeron muchos de los episodios bélicos, en Badajoz, en las ciudades amuralladas de frontera. Se produce una inflexión, empieza una crisis que ya no se acaba durante todo el siglo XIX, con momentos especialmente duros, como la revolución del 68 de ese siglo, que aquí en Extremadura fue reprimida también duramente. Las nuevas expectativas se abren a finales del XIX cuando surgen los sindicatos importantes, la huelga general de 1917, que fue también notoria aquí. Luego se entró en la dictadura de Primo de Rivera y de nuevo volvieron las esperanzas con la República. Pero eso acabó fatal. Creo que Extremadura no se ha recuperado todavía. La reforma agraria iba a cambiar la vida de millones de personas en toda España, y aquí en la provincia de Badajoz a cientos de miles de personas, que habrían tenido posibilidades de acceder a otro estatus. Sin embargo se produjo el golpe y frente a lo que había habido, se dio una contrarrevolución. Se les quitó todo, incluso animales, el grano… Saqueaban las casas. Esa clase social quedó absolutamente anulada. Todo lo que recibía era limosna, como cuando se le da a los pobres la sopa boba. Si formó en todos los pueblos una especie de olla a presión. Muchos se cruzaban diariamente a con gente que sabían que habían participado en la muerte de familiares suyos. Para cualquier papel había que ir a suplicar al ayuntamiento.
Prácticamente una humillación.
Una humillación continua. La única válvula de escape se produce con la emigración en los 50, que es precisamente cuando se recupera la situación económica que había en 1935. Veinte años tardó en recuperarse la riqueza del país. En ese momento ya permiten a la gente moverse, porque antes para ir de un pueblo a otro necesitabas un permiso de la guardia civil. En algunos pueblos había calles que daban al campo y que las vallaron, para que no fueran salida para nadie. En otros lugares a la gente de izquierda les ponían en las paredes cuadros con simbología religiosa, marcándola. El tipo de horror que se practicó en Extremadura difícilmente tiene parangón con otras zonas, sobre todo en las primeras semanas después del golpe. Aquí la diferencia es que sube la columna africana, que es la que impone el sello particular que tuvo la represión. Por donde pasaron hicieron una matanza continua y encima a los que se quedaron les dejaron un modelo de funcionamiento. “Aquí podéis matar a quienes os dé la gana, no hay ningún problema”. Se mataba sin ningún tipo de sumario, ni de procedimiento de ningún tipo.
Una impunidad total.
Absoluta. Matando mujeres, algunas embarazadas. No había límite de ningún tipo. Todo estaba justificado. Llegaron a matar incluso a niños de 14 o 15 años.
Usted llega a hablar de una “matanza fundacional” del franquismo. Se aniquila a la mayoría de cuadros. Se asesina a gran parte del ayuntamiento de Badajoz.
En el de Badajoz cae más de la mitad. Pero eso fue general. Los primeros que caen en los pueblos son los representantes políticos, sindicales, la gente que se ha significado más durante la República, incluidas las mujeres y sus manifestaciones del 1º de Mayo… Todo lo descabezan y crean el modelo que van a seguir, que es el que marca la Iglesia y la Sección Femenina.

Plaza de San Francisco: otro escenario de la matanza de Badajoz


Hace unos años un amigo me contó que su padre de pequeño fue testigo de la gran matanza de Badajoz. Me contó que su padre se crió en los hogares del Hernán Cortés y que una vez que los fascistas tomaron Badajoz a sangre y  fuego, al padre de mi amigo lo mandaron a la Diputación a recoger un paquete. Cuando iba de camino oyó unas ruidosas detonaciones, se asustó pero decidió proseguir con la tarea encomendada, y al llegar al famoso Parque de San Francisco (San Paco lo llamábamos en los años ochenta) quedó horrorizado al contemplar lo que allí vio. Decenas de cadáveres yacían por todo el pavimento de "San Paco". El joven no desfalleció y decidió, a pesar de aquel paisaje mortal,  llegar hasta su destino sorteando los cadáveres que, tristemente, decoraban el parque de San Francisco.

Mi amigo me contó que  cada vez que su progenitor le contaba aquella historia de su lejana niñez, la cara de su padre volvía a reflejar todo aquel terrible drama que tuvo que presenciar en aquellos tristes días. Marcel Dany al entrar en Badajoz dejó escrito:
“Sobre las murallas sobre la plaza de San Francisco están los cuerpos de los campesinos y trabajadores que murieron o combatiendo o fusilados”
Cuando me contaron este terrible suceso, hace algunos años ya, un servidor desconocía quien era Marcel Dany, mi amigo desconoce quién es este francés. Un testimonio oral que al acudir a fuentes primarias da visos de total veracidad. Hoy día 14 de Agosto, los fascistas traidores junto a los moros (hoy les llamarían musulmanes) perpetraron una de las más terribles matanzas de la Guerra Civil.

Todo nuestro recuerdo para estas víctimas inocentes

sábado, 13 de agosto de 2016

We cannot escape history

Mi actitud en relación con el movimiento

Ya he dicho, y aquí lo ratifico, que quienes prepararon el movimiento no contaron conmigo ni me tuvieron al corriente de lo que pasaba.

Era lógica esta actitud. Mi oposición al empleo de la violencia, mi firmeza en propugnar una política de legalidad, me ponía al margen de una tentativa que se basaba fundamentalmente en el empleo de la fuerza. Resultaba, pues, perfectamente explicable que los grupos monárquicos, que con tanta rudeza habían atacado la política oportunista; la Falange, identificada con los métodos de violencia, y el Ejército, depositario del supremo poder de las armas, quisieran dar de lado a un partido eminentemente legalista como la CEDA.


Este texto es de José María Gil Robles y pertenece a su libro escrito en 1968 titulado No fue posible la Paz. En declaraciones sacadas de las páginas de este libro justificativo se documentan los historiadores de derechas para justificar la actuación que tuvo  Gil-Robles frente al golpe de Estado y  su posterior actuación. Todo el mundo sabe que Gil-Robles  donó 500.000 pesetas que robó de la caja de la CEDA y que posteriormente se fue a Lisboa a comprar armas para los rebeldes. Lo cierto es que fue un hombre cauto, pero Alcalá-Zamora no confió en él tras el triunfo de la CEDA en las elecciones de 1933 y decidió darle el gobierno a Alejandro Lerroux. A pesar de esto, el 6 de mayo de 1935 fue nombrado ministro de la Guerra por Lerroux, promocionando a una serie de militares que tendrían un gran protagonismo durante la posterior Guerra Civil, así ordena que el general Francisco Franco se haga cargo del mando del Estado Mayor Central, el general Mola vuelve al servicio activo y toma el mando de las fuerzas del Protectorado español de Marruecos, el general Fanjul es nombrado subsecretario y se asciende a general de brigada al bilaureado Coronel Varela. ¿Casualidades de la vida? Mucho me temo que la Guerra Civil está llena de casualidades, como la muerte "accidental" del general Balmes. Según la visión oficial el general se pegó un tiro en la barriga mientras revisaba un arma que se le había quedado encasquillada. Todos estos sucesos para la derecha reaccionaria son absolutamente normal.

-Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?.

Este otro texto está sacado del libro de John Thompson Whitaker  We cannot escape history escrito en 1943, y es fruto de una conversación que tuvo con Yagüe. Para la derecha reaccionaria las declaraciones de Whitaker son producto de su imaginación ya que no salieron publicadas en ningún  periódico de la época. Según Moisés Domínguez  John .T Whitaker  llega a España a mediados de Septiembre de 1936, es decir cuando ya fueron expulsados René Brut, Jean d'Esme, Jacques Berthet, por escribir artículos y tomar imágenes prohibidas, por lo tanto, sabía como se las gastaban los franquistas con la prensa que no era afín a los rebeldes.

John Thompson Whitaker acompañó a la columna Madrid en su camino de destrucción y muerte, y no abandonó España hasta 1937, por lo que tuvo tiempo de sobra para hablar con Yagüe y preguntarle si era cierto lo que se contaba sobre Badajoz. Yagüe en una brabuconada suya le espetaría la famosa frase de "claro que los fusilamos..." Ya que la opinión pública seguramente le importaría tres pitos.

La derecha reaccionaria como siempre coge de aquí, quita de allí, según le venga bien a sus intereses de justificar el franquismo y sus crímenes de guerra. Otra pobre argumentación de los justificadores de Yagüe es que John T. Whitaker no hablaba español. ¡Toma ya! También estuvo acompañando a las tropas italianas en la guerra de Etiopía. ¿Sabía hablar italiano? porque en la II Guerra Mundial se instaló en Roma para informar sobre los desmanes del fascismo. En 1941 fue expulsado de Italia por los fascistas de Mussolini y escribió lo siguiente:

"Por ahora, algo más que el sentido común ha sido destruido por la pluma envenenada de Goebbels y los negros planes de Himmler (...) Italia, en definitiva, es Alemania, y su pueblo debe estar preparado para la declaración de guerra de Hitler (...) si América comienza a ayudar a Gran Bretaña, será decisivo para que los convoys de armamento lleguen a los puertos británicos". 

Seguramente en Italia debe de haber algún fascista cuestionando las palabras de Whitaker, como aquí en España hay más de un neofranquista poniendo en tela de juicio la profesionalidad del famoso periodista Norteamericano.