Un Dios prohibido, otra película sobre la Guerra Civil, que dirían algunos. Lo que pasa es que esta vez han callado la boca. Normal, trata del asesinato de 51 claretianos en Barbastro por miembros de la CNT. De la historia, terrible según cuentan, hay un hecho completamente incomprensible que me desconcierta, según leo en la sipnósis de la pélicula entre los claretianos españoles había dos que eran extranjeros: "Hall y Parussini, al saber que no iban a ser fusilados y que su Consulado argentino en Barcelona los embarcaría para Italia, pidieron a los compañeros un recuerdo último para la Congregación".Esto me desconcierta por que es una prueba de que no se mataba a los religiosos por el mero hecho de creer en Dios, como se dice repetidamente, Si así hubiese sido también se habrían liquidado a Hall y Parussini, a la CNT poco le importarían los escándalos diplomáticos. El enemigo estaba en casa y no era precisamente Dios, sino la iglesia terrenal que estaba alineada con los caciques y demás opresores. Desgraciadamente este odio hacia las sotanas no hacía distinciones entre curas piadosos y curas integristas.
"Maniquea (...) hay algo en la ambientación que parece un poco falso, envarado (...) peca en ocasiones de frialdad por su puesta en escena; sin contar con otro problema añadido: la sensación a 'déjà vu'"
Desde Variety Jonathan Holland escribía:
Comentario de José María Lama sobre la película la Voz dormida.
El lunes vi La voz dormida. Me ha sorprendido. Pero, no exactamente la película. Al verla, me han sorprendido las críticas que antes había escuchado sobre ella. Sólo esperaba sectarismo, maniqueísmo, manipulación, “ogros y princesas”… En fin, falta de verdad.
Hay dos tipos de veracidad en una película como esta. Una es la de la fidelidad al texto en el que se basa y otra la de la veracidad de la historia en la que ambos ―texto y película― se asientan.
Aunque cuando se trata de arte poca veracidad es exigible, quizá sea comprensible que el público pida que la película que adapta una novela previa no defraude a sus lectores. Benito Zambrano cumple esa petición. Ha tomado de la novela de Dulce Chacón los episodios más relevantes, los que giran alrededor de la muerte de Tensi, prescindiendo de la vida de Pepita sin su hermana, que ocupa la tercera y última parte del texto. Pero, aunque no recorra con la cámara todo el relato, no creo que nadie que haya leído la novela deje de reconocer en la película su rastro. Allí están los mismos personajes y las mismas situaciones.
Admitida la fidelidad al texto, sólo les quedaría a los críticos cuestionar la veracidad de la historia que narra. Y ahí es donde creo que está el quid de la cuestión. Algunos creen ―o quieren hacer creer― que la película cuenta una exageración. Pero eso no es verdad. Lo que ocurre en la pantalla es una muestra de lo que ocurrió en la España de Franco en esos años de la guerra y la posguerra: cárcel, fusilamientos, torturas, desvalimiento ante la ley, complicidad de la Iglesia, dictadura, muerte. Y ogros, muchos ogros.
Por eso no me ha sorprendido la película y sí solo las críticas que ― más allá de sus aspectos artísticos (sublime, por cierto, María León)― había escuchado sobre ella
Tony te deje un correo ayer
ResponderEliminarYo la erdad es que no veo peliculas de libros que me hayan gustado, hace años que tomé esa decisión y la voz dormida es un libro que me apasionó. Aunque esta entrada me ha dado ganas de verla. De la otra que dices..... No, seguro que no la veré. Hoy precisamente voy al cine.
ResponderEliminarDE FRENTE MIRE SU CORREO
ResponderEliminarHay una peliíula que es fiel reflejo al libro. Drácula de Bram Stoker. Si ves la voz dormida ya me comentas.
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