Desde el pasado siete de
Noviembre tenemos en las librerías un
nuevo libro sobre la figura controvertida de Francisco Franco. Se trata de
Franco Confidencial y su autora es la periodista
Pilar Eire. Aún no he leído el libro aunque si he podido ver un adelanto del mismo ofrecido por el diario El Mundo. Es muy
posible que este trabajo no revele grandes cosas de los aspectos del dictador
que más nos puedan interesar a nosotros, aunque algunos datos que aporta si
puede ayudarnos a comprender un poco mejor
la compleja personalidad del sátrapa, así como su comportamiento cruel y
despiadado con sus semejantes.
He resaltado en negrita el texto que es cosecha de la autora.
De entrada, la fecha que eligió
el futuro dictador para asomar la cabeza en este valle de lágrimas parecía
presagiar lo que iba a ser su trayectoria vital.
Nació el 4 de Diciembre de 1892 en medio de una galerna endemoniada que
sacudía la vía de Ferrol y de la celebración con morteros del día de la patrona
de artillería Santa Bárbara, una fecha muy apropiada para aquel que según contó
el mismo, sólo se sentía a gusto “en medio de una batalla con el arma en mano.
Cuando nació, su padre el iracundo y alcoholizado Nicolás Franco
Salgado, estaba en una casa de putas. (…) Ese padre brutal que llamaba “
Paquita” y “marica” a su hijo a causa de
su voz atiplada, consecuencia de una sinusitis crónica que maltrataba a su
mujer embarazada y que incluso llegó a romperle el brazo a su hijo mayor al
encontrarlo masturbándose.
En el siempre polémico y debatido asunto de la actividad sexual del general, un médico
que lo atendió le reveló los siguientes datos a la autora.
El general tenía dos características principales para ser un hombre
frío. Complejo de Edipo y maltrato paterno. Franco perdió un testículo en
África, pero además hay un detalle de su anatomía que nadie conoce y que
explica su idiosincrasia. Tenía una fimosis muy acentuada, el prefucio muy
cerrado, lo que me permite deducir por mi larga
experiencia en estos años, que su vida sexual fue inactiva, que después
de engendrar a su hija, que era
inequívocamente suya, no volvió a tener relaciones sexuales ni con su mujer ni
con nadie.
Al parecer, su afición por los fusilamientos le vino en la
temprana época en que dirigió con mano de hierro La Legión en tierras
africanas.
La Legión, que organizó junto al Glorioso Mutilado Millán Astray,
estaba formada por la escoria de la sociedad, a los que Franco permitía todas
las bestialidades. Cuando fue a visitarle su antiguo compañero de Academia
Vicente Guarner, entró un sargento a
comunicar que habían detenido a dos legionarios por una falta menor. “Que los fusilen”, dijo tranquilamente.
Franquito se giró con fiereza hacia Guarner y espetó. “ Y tú cállate, no sabes
qué clase de hombres son”.
En este tema debo hacer la
siguiente aclaración. Franco confesó a su primo, Francisco Franco Arias
Salgado, en el libro de éste, Mis conversaciones privadas con Franco, que
ordenó fusilar a un legionario. No sabemos si esto que cuenta Pilar Eire
es el mismo caso u otro distinto, más bien parece lo segundo pues lo que le
relató Franco a su primo es que un legionario se había quejado de la comida que
le ponían, y, en una ocasión, le lanzó un plato de lentejas a un oficial. De
inmediato consultó con su superior, Millán Astray, la decisión que había tomado
de fusilarlo. Éste le respondió que bajo ningún concepto hiciera tal cosa pues
incumpliría las ordenanzas. No obstante Franco
se pasó por la entrepierna esta advertencia y ordenó la ejecución del infeliz legionario. De igual
forma obligó a sus compañeros a pasar por delante de su cadáver. Después se jactó ante su primo en el libro
mencionado que jamás volvieron a
producirse episodios de desobediencia.
Por tanto es más que probable que
fueran varios los episodios de fusilamientos que protagonizó en aquella época.
En realidad estamos hablando de lo mismo que ocurriría después
durante la cruenta guerra civil. Si en esta ocasión se trataba de impedir
futuros actos de desobediencia por parte de los legionarios, más adelante los
asesinatos practicados en la guerra
civil buscaban mediante el terror generalizado, paralizar absolutamente al
enemigo advirtiendo a la población de las funestas consecuencias que
acarrearían resistirse al sometimiento.
Otro episodio que refleja el poco aprecio que tenía este tipo hacia las
vidas ajenas, así como su excesivo “romanticismo” a la hora de cortejar a una
dama, es el siguiente.
En Melilla, Franco fue a visitar a la duquesa de la Victoria con un
ramo de rosas en un cesto adornando dos cabezas de moros. Al verlo, la duquesa
se desmayó. Él se disculpó diciendo “
Mis chacales son como chiquillos”.
En esta otra parte nos
encontramos a un Franco en estado puro.
Cuando su amigo Camilo Alonso Vega le espetó. “ Paco, si no te vienes
de mujeres con nosotros, creeremos que eres marica, él le apuntó con el sable y
le dijo. “ Si tú o alguien vuelve a repetir eso, lo mato”
Desde luego no estaban las cosas
para pensar que el tío iiba de farol. Sobre la guerra civil aporta la
periodista los siguientes datos.
Decidió participar en el golpe tan sólo tres días antes de la fecha
señalada, cuando mataron a Calvo Sotelo.
La primera decisión que tomó fue fusilar a su primo hermano Ricardo de
la Puente. “ Había agujereado los depósitos de los aviones para que no
pudiéramos inutilizarlos”, justificaba.
Pero lo más doloroso para él fue asistir con impotencia a la muerte de
su amigo y segundo, Miguel Campins a
manos de Queipo de Llano, quien a espaldas de Franco y para vengarse de sus
desprecios le llamaba “ Paca la culona”:
Hay que decir que de Queipo de Llano se vengó suficientemente
algún tiempo después. En esta ocasión fue el nefasto virrey de Andaluciía quien
le rogó repetida e infructuosamente que
conmutara la pena de muerte a un militar cercano a él. De nada sirvieron sus
súplicas. Como podemos ver , estos asesinos no se andaban por las ramas ni
siquiera entre ellos.
Por último, una perla del
dictador que nos sale en esta ocasión con su vena más paternal , refiriéndose a los españoles.
Todos son mis hijos, los buenos y los malos. Debo premiar y castigar.
Antonio Alfonso Hernández. 9 de
Noviembre de 2013
Es que era como un "chiquillo": "Había agujereado los depósitos de los aviones para que no pudiéramos inutilizarlos".
ResponderEliminarY como inutiliza varios juguetitos de guerra para que no podamos matar "rojos" pues lo matamos a él.
Sinceramente con tantas y tantas pruebas que desde el minuto uno se trataba de tomar el poder asesinando, no se como todavía hay gente que defiende a esta camada de asesinos.
Era un chiquillo malvado depredador ,y ansioso de gloria como Aznar.
ResponderEliminarEs posible que haya un error de transcripción en el adelanto del libro. Supongo que debe leerse, "Había agujereado los depósitos de los aviones para que no pudiéramos utilizarlos"
ResponderEliminarSi, a estos monstruosos sólo les interesó la toma del poder al precio que fuera. Para que todavía haya quien justifiquen y admiren a estos asesinos.
No había ninguna conspiración izquierdista en marcha, ni la situación del pais justificaba un sangriento golpe de Estado, y mucho menos una larga guerra civil.
No deja de ser sospechoso, que la sublevación la encabezaran aquellos militares que habían subido gracias a las guerras coloniales ,y que ahora veían como la República les ponía en su sitio con la reforma militar de Azaña, frenando sus insaciables aspiraciones profesionales.
No había que salvar a la Patria. Sólo se quisieron salvar ellos.
Mi blog Solidario....
ResponderEliminarhttp://buceandoporlaverdad.blogspo
t.com.es/
La sublevación provocó la revolución. No sucedió a la inversa, por mucho que la historiografía franquista de entonces, y de ahora, insista, insista, insista.
ResponderEliminar¿Qué autores son los defensores de la primera opción? ¿Quién defienden la segunda?
Está todo dicho. No hay duda. La sublevación provocó la revolución.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Quema_de_conventos_de_1931_en_Espa%C3%B1a
Eliminarhttps://es.m.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_1934
Ciertamente la Segunda Republica fue un oasis de paz.
Comentarios totalmente parciales y sin base científica ni histórica. Es muy fácil meterse con los muertos... Para los gallinas
ResponderEliminarIgual de gallina que entrar aquí anonimamente y decir que no sabemos comentar y que somos unos "gallinas". Gracias al anonimato los imbéciles se creen que son algo.
ResponderEliminarEs verdad, no aparece mi nombre. Mi nombre es Jaime Solesio. Sigo manteniendo lo de la valentía de los que no estuvieron, pero sobre todo, la carencia de base histórica o científica. Satisfecho?
ResponderEliminar