Luis González Barriga fue un destacado dirigente izquierdista que comenzó sus pinitos en el socialismo acabando en el PCE. Siguiendo a Hinojosa Durán: fue un personaje relevante dentro de la UGT extremeña. Nacido en 1898 ingresó en la UGT a la edad de 20 años. En 1930 representó a la Sociedad de Agricultores de Badajoz, en el congreso de constitución de la FNTT. Llegó a ser presidente de dicha sociedad en los albores de la República y líder local de la UGT.
Luís González fue expulsado en 1932 de la UGT tras varias disputas con sus principales dirigentes. La excusa que se esgrimió fue la de "presidir un mitin de carácter comunista, en el que se atacó a la Unión General de Trabajadores y a sus representantes y directivos, además se abogó por la llamada unidad social, tan pregonada por quienes desean romper el frente único de los obreros de la capital y la provincia en beneficio de la burguesía". Se sospecha que Luis González Barriga por aquella época ya pertenecía al PCE, creándose así pues, el primer núcleo comunista que se organizó en la provincia de Badajoz.
Según Francisco Espinosa, Luis Gonzalez Barriga alcanzó el grado de comandante en el ejército republicano. Al acabar la Guerra Civil fue apresado por los franquistas y remitido a la prisión de Badajoz. Su desdichado final es narrado por Elías Zafra Viola en sus Memorias de un comunista, Centro de Encuentros Marxistas, Pamplona, 2001, p. 23:
“Lo traían bien atado y estaba muy demacrado y delgado, su llegada fue un acontecimiento para los reaccionarios de Badajoz y no se sabe quién le disparó varios tiros en el trayecto, no le prestaron asistencia médica y de esta manera lo obligaron a que prestara declaración, como el negaba los cargos que se hacían, lo maltrataron bárbaramente y pude enterarme de que una de la palizas le ocasionó una hemorragia interna que le dejó sin conocimiento; por último en la misma celda de la cárcel le dieron varios tiros en el vientre y allí le dejaron morir abandonado y a su mujer le prohibieron que lo visitara y ni aún después de muerto consiguió verlo”No se sabe la fecha exacta de su asesinato ya que al registrarse su fallecimiento se hizo sin fecha alguna.
Una más de las muchas historias de brutalidad y crueldad que protagonizaron los franquistas.
ResponderEliminarHay cierta inexactitud en el párrafo de D. Elías Zafra, ya que el cadáver si fue devuelto y reposa en un nicho del cementerio viejo de Badajoz con el uniforme de comandante del ejercito republicano, según llegó hasta mis oídos por un familiar del mismo, lo que supuso una cierta sorpresa para ellos. Seguro que en más de una ocasión se hizo así y por miedo a represalias fue ocultado durante décadas por víctimas de la represión y la propia guerra, siendo la cifra de desaparecidos probablemente inferior a la que se pueda manejar, por estas circunstancias. Sin que ello suponga un menoscabo en el conjunto de víctimas del conflicto.
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