Pedro Sainz Rodríguez, monárquico hasta la médula, nació en 1898 en Madrid, ciudad en la que obtuvo las licenciaturas, de Filosofía y Letras y
Derecho. En 1920 ganó por oposición la cátedra de Lengua y Literatura. Colaboró
activamente en la preparación del golpe de Estado del 36 y formo parte del
primer gobierno de Franco constituido en 1938. Fue, desde Enero de ese año hasta el 9 de
Abril de 1939, Ministro de Instrucción
Pública que bajo su mandato pasó
a denominarse de Educación . Cesó en el puesto tras acabar la guerra regresando
de nuevo a su trabajo en la Universidad.
En junio de 1942 marchó a Portugal para desempeñar el puesto de Consejero de Don Juan. Regresó a España en 1969 para
retomar su trabajo de Catedrático en la
Universidad de Comillas. Falleció en 1986.
Son sus memorias, Testimonio y
recuerdos, editadas en 1978, un trabajo
interesante que nos permite conocer datos de cierta relevancia contados por
alguien que los vivió en primera persona.
He decidido para esta entrada, detenerme en el capítulo que dedica a Franco, por el interés que tienen los
acontecimientos narrados en el mismo, y
porque puede aportar, sobre el dictador, en algunos casos, un punto de vista diferente
al habitual
Conoció al dictador en Oviedo, en
sus años de noviazgo con Carmen Polo,
allá por los años veinte, estableciéndose entre ellos una cierta amistad que
duró muchos años. Su salida del gobierno, en primer lugar, y su acercamiento a
Don Juan, posteriormente, enfriaron la relación hasta convertirlo en uno de los
mayores enemigos del régimen.
La primera intervención de peso que realizó el
que fuera ministro de Instrucción Pública, fue en relación con la comúnmente
conocida como la Sanjurjada, esto es, el golpe de Estado que encabezó José Sanjurjo en la temprana fecha del
diez de agosto de 1932. Sainz preparó, a instancias de éste una
entrevista con Franco para conocer
el posicionamiento que tomaría su compañero de armas al respecto.
Sainz Rodríguez, que fue testigo presencial en la primera parte de
dicho encuentro, desvela que Franco
no se comprometió en nada con Sanjurjo,
en cambio, sí dio su palabra de honor de
que no colaboraría con el gobierno republicano si éste organizaba medidas
represivas. Asimismo, se encargaría de que nadie lo hiciese.
Por otra parte, aporta el dato de
que la Sanjurjada se hizo de forma precipitada, debido a que al
descontento de los militares se unió la presión que éstos ejercieron para evitar la aprobación en el Parlamento,
del Estatuto Catalán, previsto para Octubre de ese año.
Durante la guerra, ya como
ministro de Instrucción Pública, se opuso, junto al Conde de Rodezno,
ministro de justicia, a una ley que
Franco presentó en el Consejo de Ministro contra la masonería. Dicha ley
pretendía, entre otras cosas, que se pudiese fusilar, con efecto retroactivo, a
cualquiera que hubiese sido masón.
Enfatiza Sainz, que ese primer gobierno formado por Franco, fue el único que tuvo personalidad propia, porque no fue
designado a dedo. En ese sentido, Sainz
Rodríguez, propuso que se entregase una copia del proyecto de ley a cada
ministro para que lo estudiasen y someterlo
a un posterior Consejo de Ministros y a través a través de votación se aprobase o rechazase.
El caso es que la citada Ley fue
rechazada en esa votación. No obstante, ante el hecho de que la Santa Sede
hubiera promulgado encíclicas contra la masonería, Sainz y el Conde de Rodezno, consideraron oportuno consultarlo
antes , por separado, con el Nuncio Papal, Cicognami, ante un posible problema de conciencia que
pudiera acarrear la decisión que habían tomado de votar en contra de la ley.”
No sólo tienen ustedes el derecho, sino el deber de hacerlo, porque Roma jamás
aprobaría una Ley así”, fue la respuesta
del Nuncio.
La oposición de Sainz Rodríguez a algo que consideraba
disparatado y absurdo, molestó enormemente a Franco, quien, según la interpretación que hizo el catedrático, “
es probable que empezase a buscarle una explicación y se dijese ¡Ah!, pues
ciertos son los toros. Es que Pedro
Sainz es masón y por esto….”
Como vemos, eran tiempos en los
que el dictador, en plena guerra se cuidaba mucho de mantener las formas y los apoyos, y estableció una forma algo “democrática” en
el funcionamiento de su gobierno. Más adelante, con la guerra ganada y su poder
consolidado , se sacaría de la manga la famosa ley contra el comunismo y la
masonería sin mayores dificultades.
También cuenta en sus memorias,
como Calvo Sotelo, dirigente del
partido monárquico, Bloque Nacional, al cual pertenecía Sainz Rodríguez, le planteó la necesidad de que convenciese a Franco de que si iban a una sublevación que lo hiciesen antes de
las elecciones generales de Febrero del
36, para no transmitir la sensación de que se sublevaban porque no aceptaban el
resultado electoral, pues Calvo Sotelo
estaba convencido de que ganaría el Frente
Popular.
Pedro
Sainz organizó una comida, de acuerdo con la marquesa de Argüelles a la
que asistieron varios invitados, entre los que se encontraban, el mismo, Calvo Sotelo y Franco. En un momento de la velada se
reunieron los tres a solas. En la entrevista que mantuvieron , el general mostró su negativa a sumarse a la sublevación
argumentando que el Ejército debía soportar lo que salga de las urnas.
Paradojas de la vida. Poco podía
imaginar Calvo Sotelo, que sería su
propio asesinato lo que decidiría finalmente al futuro dictador en favor de la
rebelión.
Sobre los planes que Sanjurjo tenía para cuando triunfase
la sublevación, no olvidemos que él estaba llamado a encabezarla, explica que
eran los siguientes; tomaría el poder y
después de un breve periodo de tiempo convocaría un referéndum para
preguntarles a los españoles si preferían monarquía o república. En caso de
salir mayoritariamente la opción republicana, el general hubiera convocado unas
Cortes Constituyentes para revisar la última Constitución republicana. En el
caso contrario, es decir, de haber ganado la opción monárquica, hubiera traído
de nuevo a Alfonso XIII a España, el
cual reinaría durante unos meses para posteriormente abdicar en favor de su hijo.
Sainz Rodríguez señala en sus memorias, que Franco fue sondeado, al igual que otros militares golpistas, para
saber qué puesto ambicionaba en el caso de que la sublevación triunfase. Al
parecer, no quería ser ministro, ni jefe de Gobierno, ni ningún otro cargo de
carácter político. Su ambición era hacerse cargo de la Alta Comisaria de España
en Marrruecos.
(Las partes entrecomilladas son
la transcripción textual aparecidas en el libro citado, Testimonios y
recuerdos. Capítulo dedicado a Franco, pag. 323 a 345.
ANTONIO
ALFONSO HERNÁNDEZ
Muy buena entrada: son memorias y como tal deben ser tomadas con cautela. Llama poderosamete la atención -si esto es así- que se quisieran sublevar porque le iban a dar la autonomía, que no la independencia, a Cataluña. La ultraderecha española como siempre haciendo amigos.
ResponderEliminarLluys Company en octubre del 34 proclamó el Estat Catalá dentro de la «República federal española». No era un acto secesionista, como se empeña la extrema-derecha española.
El problema de los nacionalismos periféricos vienen de antiguo: de las oligarquías catalanas y vascas y de la cerrazón casi enfermiza del patriotismo españolista.
Para colmo hubo una guerra civil de por medio donde secuestraron y asesinaron a Companys, los errores históricos ayudan poco. Franco ha sido lo peor que le ha podido pasar a España en siglos.
Mientras europa se había modernizado décadas antes, los españoles tuvimos que esperar a que se muriese el dictador.
Lluis Companys
ResponderEliminarGracias. Una de las cosas que más me llama la atención de este capítulo es el asunto de Sanjurjo, De ser cierta la versión que da de los hechos, (tienes razón, las memorias hay que tomarlas con cautela) otro gallo hubiera cantado de haber sobrevivido Sanjurjo, y por tanto, haber encabezado la sublevación. Parece claro que quería reinstaurar la monarquía de inmediato pero habría respetado que los españoles hubieran elegido en referendum la república. Supongo que una República con una Constitución más consensuada. Nos hubieramos ahorrado, por tanto, los largos años de dictadura franquista en cualesquiera de estos dos supuesto. Ahora bien, conviene hacer una puntualización. Parece que Sainz se refiere en su escrito a las intenciones de Sanjurjo en el caso de que hubiese triunfado la sublevación, cosa que como sabemos no fue así. ¿ Hubiera mantenido su plan después de una guerra civil que duró casi tres años?
ResponderEliminarCreo que el matiz es importante, aunque aún así, parece evidente que este hombre no se hubiera perpetuado en el cargo y cuando menos habría traido prontamente la monarquía.
Digamos que el destino le jugó una mala pasada a España, pues estoy de acuerdo contigo. Franco fue, también desde mi punto de vista, de lo peor que la ha pasado a España en siglos.
A las nueve de la mañana del día 6 de octubre, el Presidente Companys se dirigió a Gobernación para mostrar al consejero de Gobernación José Dencás Puigdollers dos manifiestos y a la vez solicitarle su parecer.
ResponderEliminarUno de los documentos lo había redactado Juan Lluhí Vallescà y estaba concebido en términos de ferviente republicanismo. El otro lo había escrito el propio Luis Companys, logrando ligar los conceptos de república y de nacionalismo para proclamar el Estado catalán dentro de la República Federal Española.
Dencás se inclinó por el del Presidente, si bien no interpretaba su manera de pensar, ya que él era partidario de una declaración de independencia total de Cataluña.
A continuación fue izada la bandera catalana con grandes aplausos, pero con las protestas de un grupo que era portador de una bandera de «Estat Català» (la cuatribarrada con la estrella o cubana) y pretendía que fuera aquélla la que ondeara, hasta que desde el balcón se les exhortó a mostrar disciplina a las órdenes del President
http://laverdadofende.wordpress.com/2013/05/26/companys-y-el-golpe-de-estado-declara-la-independencia-de-cataluna-1934/
Tampoco quiero que parezca que simpatizo con Sanjurjo, o algo así. Ni mucho menos. Fue tan golpista como los demás lo cual me parece lamentable, pues se trataba de imponerse por las armas con todo lo que eso conlleva. Eso si, encuentro que al menos en teoría, que dentro de lo malo y terrible que fue todo aquello, con este hombre, a lo mejor, sólo a lo mejor, las cosas no hubiesen sido, dentro de lo malo, tan terribles. Pero claro, entramos dentro del mundo de las especulaciones. Cualquiera sabe lo que hubiera pasado..
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