Feliz Navidad 2016

Estos días atrás, Manuela Carmena era duramente criticada por el integrismo católico -tendencia de carácter ideológico y de origen totalitario que se oculta tras las tradiciones cristianas- por haber suprimido una luces navideñas a modo de Belén de la Puerta de Alcalá,. Muchos de estos críticos -entre los que se encontraba el popular periodista de lo "oculto", Iker Jiménez-, argüían que Carmena les estaba robando la Navidad. Nada más lejos de la realidad, puesto que la Navidad, más que celebraciones, comilonas, borracheras y compras semicompulsivas, está basada en las creencias personales, y ahí nada ni nadie puede impedirnos ser libres. Usted querido amigo, es libre de pensar lo que quiera. Por lo tanto, como diría mi amigo: la Navidad es personal e intransferible, y por eso, en la casa de usted se podrá disfrutar de tradicionales belenes, de pinos iluminados y se podrá estar todo el santo día cantando feliz Navidad. ¿Donde reside el problema?

En España, el Estado no tiene religión alguna, lo dice nuestra Constitución. A pesar de esta flagrante realidad los dos partidos tradicionales, PSOE y PP, han ignorado esta circunstancia durante cuarenta años; por eso, cuando nuevos políticos bajos nuevas siglas, intentan cumplir con la Constitución en materia religiosa, algunos intolerantes de misa diaria y no tan diaria, se sienten atacados como aquellos mártires de la Roma imperial. Menuda estupidez.

Ni Carmena es un grinch cualquiera, ni nadie os puede robar vuestro sentimientos y creencias más arraigadas e íntimas.

Un servidor, ateo y a veces anticlerical, no tiene problemas con los belenes, reyes magos o los olentezeros. Por eso, como viene siendo costumbre, mi querido amigo Antonio Alfonso Hernández me ha enviado su Belén casero con el objeto de felicitaros a todos y todas  estas fiestas.

Feliz Navidad a todas las personas que tenéis las bondad y la paciencia de leer lo que Antonio Alfonso y un servidor queremos contaros. Muchas gracias.