Una de las quejas del PP es que la calle dedicada a José Calvo Sotelo no es franquista, porque él no lo era. Onésimo Redondo tampoco era franquista y en Valladolid retiraron un aparatoso y antiestético monumento al dirigente fascista.
Calvo Sotelo no pudo participar en la Guerra Civil por que fue asesinado unos días antes del comienzo del Golpe de Estado del 17 de julio (los asesinatos fascistas comienzan el mismo día 17 en el África español). Pero Calvo Sotelo no debe permanecer en ningún callejero. Su partido político compró aviones de guerra a la Italia totalitaria para ser usados en la militarada fascista de julio. El propio Calvo Sotelo se quiso unir a la Falange, no ocurrió esa afiliación porque José Antonio Primo de Rivera no dio su consentimiento. La dictadura totalitaria de Francisco Franco convirtió al líder ultraderechista en protomartir de la Cruzada. Podemos entender que el nombre del líder de Renovación Española, José Calvo Sotelo, fue usado por el franquismo como elemento indiscutible de exaltación de la "Cruzada Nacional", lo mismo que el nombre de el hijo del dictador Primo de Rivera. Y a día de hoy este espíritu sigue vivo allí donde haya una calle con esos nombres.
El Partido Popular allí donde gobierna se hace el sueco, y donde no, le pone palos a las ruedas para que las calles totalitarias sigan en su sitio. ¿De verdad que los demócratas del PP se identifican con un líder de la ultraderecha de los años 30? ¿Se identifican con un político que fue ministro de la dictadura de Primo de Rivera y que posteriormente quiso afiliarse a un partido claramente fascista? Empecemos por ahí hombre.
Lo más desternillante del asunto es que la Fundación Nacional Francisco Franco anda loca de contenta con esta actitud del Partido Popular. No creemos que se use la historia para tirársela a la cara a los conservadores del Partido Popular, es que ellos mismos se tiran de cabeza al basurero de la historia.
Calvo Sotelo defendió el voto de la mujer, la Nelken y Victoria Kent se opusieron, estas dos últimas pájaras tienen monumentos en toda España.
ResponderEliminar"La Nelken" -usar el artículo "la" es un vulgarismo horroroso- y Victoria Kent, se oponían al voto de la mujer, por la misma razón que la derecha quería su voto. Existía la creencia que la mujer en masa estaba adoctrinada por la conservadora Iglesia católica, y que por esta circunstancia su voto iba a ir en bloque a las derechas. Una tesis que se demostró equivocada ulteriormente.
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