Una entrevista realizada por el diario El Independiente al historiador Gabriel Tortella está siendo compartida alegremente por Facebook. Sobre todo por usuarios de talante conservador. Para el historiador Gabriel Tortella, "La burguesía muchas veces ha hecho revoluciones en nombre del proletariado, pero las ha hecho ella. Esta revolución independentista es una revolución para que las clases acomodadas se conviertan en las dueñas absolutas de Cataluña". Esta teoría que dice que el nacionalismo catalán proviene de las élites acomodadas pudo ser cierta en un principio, pero ya no casa con la realidad actual:
La elites acomodadas suelen ser muy interesadas. Si antaño vieron que la soberanía podría garantizarles acomodo económico, hoy gracias a la economía globalizada, las élites económicas -que son quienes de verdad gobiernan- ni se plantean el soberanismo. Es mejor seguir como estamos. Tal vez, el sr. Tortella confunda a la élite política, con la élite económica, que no tienen porqué ser lo mismo. En el siguiente texto vemos su error:
...La ley de transitoriedad está hecha para que la mayoría parlamentaria actual se mantenga indefinidamente en el poder. Vamos a controlar las elecciones, vamos a nombrar a los jueces, a perpetuarnos en el poder y a hacer los negocios que queramos. Si la independencia de Cataluña hubiera llegado antes Jordi Pujol seguiría siendo honorable y nadie habría destapado sus trapicheos. Esto no es una revolución, es un afianzamiento de la élite catalana que quiere mantenerse a toda costa.
El nacionalismo catalán se exacerba o surge como problema difícilmente franqueable, cuando el partido de Jordi Pujol (CIU, hoy PDeCAT) se suma a las demás fuerzas separatistas. Por lo tanto, si la élite política de derecha no hubiera radicalizado sus posiciones entorno a la independencia de Cataluña, hoy no estaríamos hablando del 1-O. Existe la teoría de que el PDeCAT está obrando así para tapar la corrupción institucional de sus líderes.
No ha sido la crisis -como se suele pensar- la que ha dado alas al independentismo, ni es la CUP la responsable de que la derecha catalana se haya vuelto independentista:
Los de la CUP me parecen los típicos iluminados que han forzado a Puigdemont a hacer esto, que es una huida hacia adelante para evitar que caiga su gobierno.La CUP es un partido con muy pocos votos ( es la sexta fuerza política), pero siempre sale rentable achacarle todos los males del mundo a la extrema izquierda:
También se le achaca a la educación catalana el mal del independentismo, ¿entonces tenemos que achacarle también a la educación el auge del españolismo rancio y radical? Mucho me temo que la explicación hay que buscarla por otro sitio, porque en Cataluña no todo el mundo piensa en divorciarse de España.
Lo de la corrupción no es sólo una teoría: https://twitter.com/CCivicaCatalana/status/912795482409328640
ResponderEliminarEs real como la vida misma.
EliminarPero planteas un dilema muy interesante, en principio, a la éite capitalista no le interesa el separatismo, entonces ¿como explicar el auge del separatismo?, un artículo muy interesante parece tener la respuesta : Nacionalismo y dinero; por José Álvarez Junco https://elpais.com/elpais/2014/08/28/opinion/1409238952_878803.html?id_externo_rsoc=TW_CC vía @el_pais
ResponderEliminarConviene leer el artículo entero pero te dejo estos fragmentos : Por mucho que lamente contradecir al joven Solé Tura, el nacionalismo catalán no fue creación de su burguesía. El capitalismo es internacionalista. Le interesa expandir el negocio, derribar barreras aduaneras, crear mercados cada vez más amplios. En el siglo XIX, cuando estaban en boga los nacionalismos expansivos, como el italiano o el alemán, las respectivas burguesías, deseosas de liquidar las mil aduanas que caracterizaban al Antiguo Régimen, los apoyaron. Pero los pequeños nacionalismos secesionistas del XX-XXI no gustan al capitalista genuino. En el caso catalán, el empresariado no siente ningún entusiasmo, sino mucha alarma, ante el actual clima independentista, que podría aislarles del mercado con el que negocian."A las élites político-culturales, en cambio, trocear el mercado les reporta beneficios inmediatos. Tienen intereses en el proyecto nacional, aunque no económicos, sino políticos. Lo que buscan es monopolizar una parcela de poder, eliminar la competencia, ascender a la cumbre del escalafón, aunque este domine un territorio más reducido. Y el empobrecimiento cultural les importa poco." https://elpais.com/elpais/2014/08/28/opinion/1409238952_878803.html
ResponderEliminarFútbol y 'procés': Jaume Roures, la mano que mece la cuna del separatismo https://www.elespanol.com/deportes/futbol/20170926/249726071_0.html vía @elespanolcom
ResponderEliminarhttp://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2017/07/11/que-pasa-en-catalunya-lo-que-no-se-dice-en-los-medios-ni-en-catalunya-ni-en-espana/
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