Revista Ilustração Portuguesa. Número 257. Resultado de los bombardeos franquistas |
Conversando con un amigo sobre el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, le indiqué que dicho estudio exhuma mucha documentación, pero sobre todo artículos de prensa filofranquista, a pesar de que los autores citan mucha bibliografía. En el capítulo X: LOS PERIODISTAS ENTRAN EN BADAJOZ, ya nos dan muestras del sectarismo y de la táctica que están usando. Que es desmentir y contar la gran masacre ocurrida en Badajoz a través de la prensa, sobre todo lusitana. En otro artículo ya desmonté esa táctica tan partidista (ver enlace...👈). Hoy solo citaré el capítulo X y las notas a pie de página que son las que nos indican de donde se extrae la información:
- Diario de Noticias, 9 ref.
- Diario de Lisboa, 34 ref.
- O Século, 14 ref.
- Diario da Manhá, 4 ref.
- Hoy, 1 ref.
- La Stampa de Turín, 3, ref.
- Journal de Geneve,1 ref.
- Il Messaggero, 7 ref.
En el capítulo X, nos encontramos con 73 notas de la prensa filofranquista. Llama poderosamente la atención los artículos de la prensa portuguesa que son 51 citas; también hay 1 cita al diario Hoy de Badajoz, y 11 citas de periódicos de la Italia fascista. Veamos cuantas referencias hay de la prensa extranjera democrática.
- Paris soir, 1 ref.
- Le Temps, 2 ref.
- Petite Parisien, 3 ref.
- L'intransigeant, 3 ref
- O Século, 38 ref.
- Diario de noticias, 22 ref.
- Comercio do porto, 1 ref.
- Correio Elvense, 4 ref.
- Diario da Manhá, 19 ref.
- Diario de Lisboa, 52 ref.
- Jornal de Elvas, 6 ref.
En la nota 1 de ese mismo capítulo, los autores del libro aseguran que Miguel Granados salió pitando de Badajoz, no por miedo a las represalias de la furia asesina de Yagüe, sino por miedo a las milicias:
De hecho, la fuga del gobernador civil el día 12 se debió más al temor que sentía hacia las milicias que a la posible llegada de las tropas sublevadas. Pág. 287
Ellos mismos escriben que con una sola llamada del gobernador civil bastó para que la Guardia de Asalto protegiera la vida de los presos de derechas, ¿Qué temor pues, podría tener el gobernador civil de las milicias?. Según Enrique Santos, autor de El secretario, Miguel Granados tenía escolta, uno de estos protectores era el "guardia Cienfuegos".
El golpe de Estado se inicia el 17 de agosto, y el 18 se hace extensivo a la península. Desde el inicio del golpe de Estado hasta que Granados sale huyendo a refugiarse en Portugal, transcurre cerca de un mes, pero se marcha de Badajoz, ¡oh que casualidad!, el día 12; justo un día antes de que el carnicero de Juan Yagüe Blanco junto al comandante Castejón y el coronel Asensio, llegasen a las murallas de Badajoz. Si tanto temor tenía el gobernador civil a las milicias, ¿por qué Miguel Granados no se marchó mucho antes, y no un día antes de que las tropas asesinas destrozaran Badajoz? Es obvio que se refugió en Portugal por miedo a las represalias fascistas y no por temor a las milicias.
Durante el tiempo que Badajoz estuvo en manos gubernamentales se produjeron tan solo 19 asesinatos, que son muy pocos comparado con los de otras localidades extremeñas con mucha menos población, pero los tres autores, para hacer ver el terror comunista en la capital pacense, nos enseñan un artículo del "19 de agosto [del] corresponsal de la DND alemana desplazado a Badajoz [donde] expone de forma fotográfica una ciudad que está retomando la actividad"...
... Les prometo que hoy Badajoz goza de una alegría. Se puede ver la bandera rojigualda. Todos los ciudadanos de a pie o el personal administrativo llevan un pañuelo blanco en el brazo como marca externa que indica que son miembros del Movimiento Nacional. Cientos de habitantes que habían huido del terror comunista a la cercana frontera de Portugal en Elvas ahora vuelven a Badajoz (...). Las fuerzas nacionales están fusilando a los milicianos que encontraron con las armas en la mano. Pág. 169
El día 19 en Badajoz no había ninguna alegría. La capital pacense se había teñido de rojo por el baño de sangre y a la vez del negro de las viudas enlutadas. Las personas no abandonaron sus hogares en Badajoz, como dice el periodista nazi, por miedo "del terror comunista", sino por miedo de los bombardeos franquistas que no respetaban edificio alguno. Y los asesinos fascistas no estaban fusilando solo a los que cogían con las armas en la mano, sino a cualquiera que fuera de izquierdas. Pero para los tres autores del libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, el periodista nazi de la DND alemana "expone [solo les faltó decir que rigurosamente] de forma fotográfica una ciudad que está retomando la actividad". Una vergüenza historiográfica es dicho libelo.
En dicho libelo tampoco sacan a la luz un interesante testimonio que apareció en la prensa salmantina como el del terrateniente y ganadero salmantino Lisardo Sánchez, que según informa Espinosa era "uno de los mayores propietarios de Badajoz". Este propietario, que no era afín al Frente Popular (por razones obvias), visitó Badajoz el día 15 preocupado por sus hijos que habían sido detenidos:
Es algo horrible ver los muertos a montones por las calles. Tres días han tardado tres camiones en limpiar la capital, a pesar de colocarlos en posición vertical para poder transportar más al cementerio, donde eran quemados en grandes montones. La primavera del Frente Popular. Pág. 207
Según aclara Francisco Espinosa, "Lisardo Sánchez reconoce que, ante la posibilidad de que los fueran a asesinar [a sus dos hijos], un grupo intervino en su favor; luego unas mujeres pidieron que no los mataran, y finalmente el comité más cercano impidió que cayeran en manos de unos forasteros que pretendieron llevárselos". Lisardo Sánchez, en su testimonio publicado en el diario franquista de Salamanca El Adelanto, también "contó que los bombardeos franquistas comenzaron el día 7 de agosto y que habían sido tan intensos que 'en casi todas las calles de Badajoz han caído bombas'. ¡Pero cómo ha quedado Badajoz!, escribió. El resultado casas destruidas, muertos y heridos". Según escribe Espinosa, "en los días previos a la llegada de las columnas se produjeron huidas masivas que nadie pudo controlar".
No vamos a negar que algún propietario u oligarca se refugiara en Lisboa por miedo a las represalias de los sanguinarios milicianos, que vieron en el golpe de Estado una magnífica oportunidad para vengarse de los ricos capitalistas, pero es natural que esas huidas masivas respondieron al miedo a los bombardeos, y no al terror comunista como indicaba el periodista nazi, que como dijo Lisardo Sánchez: "en casi todas las calles de Badajoz han caído bombas".
En el artículo censurado a Mario Neves el 17 de agosto, escribió:
Entré ayer a las 10 de la mañana. Los cadáveres que vi no son los mismos que hoy me encuentro, en diferentes sitios. Las autoridades son las primeras en divulgar que las ejecuciones son muy numerosas para que se pueda apreciar la inflexibilidad de la justicia. ¿Qué hacen entonces con los cuerpos? ¿Dónde pueden enterrarlos en tan corto plazo de tiempo? La Matanza de Badajoz. Mario Neves, Pág. 59
Este artículo está escrito con vivencias del día 16, aunque se remitiera a Portugal el día 17, puesto que Neves entró en Badajoz el día 15. Dos días después de su entrada a la capital pacense, Mario Neves seguía viendo muertos por las calles recién fusilados ("Los cadáveres que vi no son los mismos que hoy me encuentro, en diferentes sitios"). Y según el ganadero Lisardo Sánchez, tres camiones habían tardado tres días en limpiar de cadáveres Badajoz. ¿Se necesitan más pruebas de la gran masacre que hubo en Badajoz?
Ya he explicado multitud de veces, que tal y como confirma Mario Neves, eran los propias autoridades franquistas quienes informaban de las grandes cifras de fallecidos. Pero aquí nos encontramos con algo paradójico. Si dices que la prensa del Gobierno republicano afirmaba que los golpistas habían asesinado a más de 1.000 personas, esto era propaganda de guerra. Y si decimos que eran los propios militares quienes manejaban esas mismas cifras, pues también estaban mintiendo. Lo primero es probable, lo segundo no.
Seguro que algún facha de esos que pululan por las redes es capaz de desmentir el testimonio de Lisardo Sánchez, a pesar de que fuera un rico terrateniente afín a los golpistas. Engañar a alguien, sobre todo en estos menesteres, es sumamente fácil, lo que es muy complicado es convencerle de que lo han engañado.
Bibliografía utilizada.
- La Primavera del Frente Popular. Francisco Espinosa
- La Columna de la Muerte. Francisco Espinosa.
- La matanza de Badajoz ante... Pilo, Moisés y De la Iglesia
- El Secretario. Enrique Santos
- La matanza de Badajoz. Mario Neves
Interesante artículo, Tony. Estoy de acuerdo. El libro de los tres autores no pasará a la historia precisamente, por aportar algo relevante que conduzca a arrojar luz sobre lo ocurrido en Badajoz.
ResponderEliminarFalta rigor y sobra tendenciosidad.
Ah, se me ha olvidado " firmar" el comentario.
ResponderEliminarDE FRENTE
Pero resulta curioso que dicho libelo consiga a engañar a alguien que no sea filofranquista
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