El racismo nazifascista de Vox y la selección multicultural española

 

Nico Williams y Lamine Yamal

Quienes tenemos una edad hemos visto anteriormente a jugadores negros en la selección española de fútbol. No es nada extraño, por lo tanto, que Nico Williams y Lamine Yamal jueguen con la roja no tendría nada especial si no fuera por sus orígenes inmigrantes.

Nico Williams nació en Pamplona de padres inmigrantes. La madre y el padre de Nico Williams entraron irregularmente a España. Sus padres habían llegado a la península cruzando el desierto del Sáhara, sin comida ni agua, y saltaron la valla de Melilla mientras la madre estaba embarazada de Nico Williams. Lamine Yamal, que recientemente ha cumplido 17 años (edad para ser un MENA), tiene unos orígenes idénticos al de Nico Williams, es de origen magrebí por parte de padre e hijo de una ecuatoguineana. Yamal se ha criado en lo que Vox llama un estercolero multicultural (ver enlace...👈), el barrio barcelonés de Rocafonda (ver enlace...👈 ).¿Pero que problema tienen estos nazis con la variedad cultural?

Seamos claros, Nico Williams y Lamine Yamal no han ganado ellos solitos la Eurocopa, es un enorme trabajo de equipo donde todos los jugadores cuentan. Pero hay que reconocer que su impronta ha sido decisiva para la victoria de España, como lo han sido los 15 goles de diez jugadores diferentes que han mantenido invicta a la selección nacional llevándola hasta la victoria final. Los amantes del fútbol tienen que haber disfrutado mucho con la selección.

Pero algo raro pasa. Cuando la selección ganó el mundial, se llenaron todos los balcones de mi barrio de bandera españolas. Esta Eurocopa no ha sucedido lo mismo. A penas se ve alguna triste y pequeña bandera hondeando en el tórrido calor pacense.

Engonga, Senna, Donato y Catanha 

El mensaje que están mandando los racistas es el siguiente. Nunca hemos sido racistas, porque en España siempre han habido negros y extranjeros en el deporte:

 Hubo una época en la que jugaban Donato, Engonga, Catanha o Senna con la selección española, además de otros extranjeros (Pizzi, Di Stefano, Puskas, Heredia…), sin entrar ya en Niurka Montalvo o José Legrá en otras disciplinas. Y no había el más mínimo problema, igual que ahora. Cuál era la diferencia? Éramos menos racistas? No. Lo que pasa es que la izquierda era más culta y menos gilipollas. No entremos en el juego de esa gentuza.

En esta lista falta el futbolista nacido en Argentina Rubén Cano, quien nos clasificó para el mundial de Argentina en 1978 frente a Yugoslavia.

La diferencia, hoy, se llama Vox y su racismo. Veamos el caso de los negros que han jugado en España anteriormente. Donato Gama da Silva, Llegó a España en 1988, desde el club brasileño Club de Regatas Vasco da Gama, en el cual había obtenido tres campeonatos cariocas en 1982, 1987 y 1988. Vino con papeles y ya era una estrella de fútbol en su país natal. Vicente Engonga nació en España, pero su padre es de origen ecuatoguineano, y llegó a España para jugar en el Rayo Cantabria y Gimnástica de Torrelavega, entre otros equipos. El padre de Engonga no necesitó cruzar el Sahara y saltar la valla de Melilla, sino que vino en avión con contratos de equipos de fútbol españoles y no se instaló en un barrio multicultural. Henrique Guedes da Silva, más conocido como Catanha, se hizo famoso en Brasil jugando al fútbol. Empezó a destacar y en 1993 se marchó al CSA de Maceió, donde fue el máximo goleador con 15 tantos en la primera temporada. En 1998 llegó al Málaga CF; fue el máximo goleador de la Segunda División y su equipo consiguió el ascenso. Debutó en Primera División el 22 de agosto de 1999, marcando el gol que derrotó al RCD Espanyol en La Rosaleda. Y Marcos Antônio Senna da Silva, más de lo mismo. Marcos Senna empezó su carrera profesional en el Rio Branco Esporte Clube de la ciudad brasileña de Americana, en el estado de São Paulo. En el verano de 2002 dio el salto a Europa al ser contratado por el Villarreal CF de la Primera División de España (toda la información proviene de Wikipedia).

Aquí estamos ante jugadores nacidos en Brasil, que tras despuntar en sus lugares de origen dieron el salto a Europa contratados por clubes españoles. Nada que ver con Lamine Yamal y Nico Williams, que descienden de esa multiculturalidad inmigrante que tanto desprecia Santiago Abascal. ¿Qué hubiera pasado si Lamine Yamal o Nico Williams no hubieran jugado en la Eurocopa? Eso es imposible de saber, lo que si sabemos es lo que ocurrió, que el juego de estos dos portentos, y el de sus compañeros, han contribuido a llenar de gloria el fútbol español. Con lo que se desmonta el mantra de que la inmigración tan solo nos trae delincuencia.

A ver si ahora estos que dicen que antes no había problema, y que todo es una invención de la izquierda inculta y gilipollas, saben diferenciar los casos de Donato, Engonga, Catanha o Senna, con Lamine Yamal y Nico Williams, ambos hijos del multiculturalismo. Porque me parece que quien es inculta y sobre todo muy gilipuertas, es la derecha y la extrema derecha española.

Un claro ejemplo gráfico del racismo instalado por Vox, es este mensaje en X de Vito Quiles:

Porque todos sabemos cual es la afinidad de Vito Quiles. Él y los que son como él, prefieren una selección blanca y pura. Y en vez de llamar la roja a la selección nacional, seguro que les gustaría llamarle la azul mahón, como las camisas viejas de la Falange.

Vito Quiles, con Dani Carvajal.

La diferencia de antes con ahora, es que cinco millones de personas han votado a un partido racista como Vox. Los casos que nombran de Niurka Montalvo y del boxeador José Legrá son también muy distintos. Ambos son exiliados de la Cuba castrista y por eso siempre fueron bien recibidos. Niurka Montalbo acabó en el PP valenciano fichada por Camps como secretaria autonómica del Deporte de la Generalitat (ver enlace...👈). Repito que el problema es el racismo de Vox.

Y decir que durante el franquismo no había racismo, porque Franco recibió al boxeador José Legrá, es no conocer la realidad. En España no había mucho negro, como si lo había en Portugal gracias a sus colonias. Lo que había durante el franquismo era un antigitanismo feroz. Antigitanismo que no ha desaparecido todavía en el siglo XXI (ver enlace...👈). Un servidor se enteró de que tenía orígenes gitanos ya de mayor. Mi abuelo paterno era gitano. Mis padres mantuvieron el secreto férreamente frente a la vecindad por el racismo imperante contra los gitanos inserto en la sociedad española. La ultraderecha española siempre blanqueando a su amado abuelito. Y no se puede olvidar nunca, que toda la ultraderecha fascista en Europa tienen un nexo en común: el racismo. Racismo que antes del nazismo provocó la esclavitud, y que desembocó en el antisemitismo, más bien en el antijudaismo fascista, abrazado alegremente por Franco. En España habían muy pocos masones y muchos menos judíos, pero Franco y sus comilitones siempre vieron una conspiración del contubernio judeo-masónico-comunista (ver enlace...👈). 

Si durante la monarquía de Alfonso XIII y la II República en España había muy pocos judíos y masones, comunistas había menos. En fin, los fascistas necesitan siempre un enemigo. Hoy el enemigo a parte del comunismo (que no existe por ningún lado), es la multiculturalidad: es decir, el islam, los negros y magrebíes. Qué tiempos aquellos cuando los fascistas trajeron a España a miles de marroquíes del Rif a matar "comunistas". Hoy los nietos de Franco no quieren saber nada de los descendientes de esos magrebíes que le ayudaron a Franco a ganar la Guerra Civil.