"... El tribunal aceptó la acusación del fiscal –aunque en la sentencia no recogió su participación en el asesinato de Julio de Castro–, condenándole a muerte. Tras el enterado del general Franco, fue fusilado el 15 de noviembre de 1939; siendo enterrado al día siguiente en la fosa número uno del cementerio de Guadalajara". FNFF...👈Y como un tribunal franquista aceptó la acusación contra Timoteo Mendieta, pues fue un muerto bien "matao" y no se hable más.
En estos últimos días, en estas mismas páginas, se han vertido de forma inmisericordes palabras y chanzas sobre un simio historiador, perdón un eximio historiador, el corrector ya sabéis. Quizás por la perversión que anida en todo corazón humano yo os he seguido la corriente y realizado comentarios claramente injuriosos hacia D. Roberto Muñoz Bolaños y su última parida, perdón nuevamente, obra sobre un suceso dramático instrumentalizado por quienes anhelan la destrucción de los valores patrios y de España en sí misma. Me refiero al mito de las llamadas 13 Rosas.
Para purgar y mi nefanda actitud de no recriminaros sino apoyaros en la labor desacreditadora he leído, bueno, hojeado durante 20 minutos la gran muestra de erudición del señor Bolaños.
Me causa satisfacción comentaros que como bien nacido, Don Roberto, dedica a su familia la pieza erudita, pero no de cualquier manera sino citando uno por uno a los miembros, incluidos sus dos cuñados, como muestra de un corazón inconmensurable. También a sus dos profesores universitarios. Y atención, a enorme hispanista Stanley G. Payne.
Y es en este punto donde como historiador militar, que es don Roberto, muestra el valor que se supone a todo militar. Que alguien dedicara un libro al hispanista hace 40 años podía resultar normal pero que alguien lo haga después del actual compromiso del historiador con la extrema derecha demuestra que el tamaño del escroto del señor Bolaños es inabarcable.
Entramos en las cuatro frases en el frontispicio de la insuperable obra historiográfica. La primera es de Álvarez Junco que nos advierte del peligro de centrar a las víctimas en nuestros análisis históricos. Eso nos conduciría a condicionamientos morales por encima de los valores científicos. Por ejemplo si redactamos un texto sobre Auschwitz-Birkenau no hay que dejarse llevar por consideraciones éticas sino centrarnos en explicar que hubo SS que eran buena gente aunque sirvieran a una mala causa y judíos que eran malas personas, quién sabe sino delincuentes y además hubo prisioneros que colaboraron con sus carceleros, auténticos desaprensivos. Con las 13 Rosas igual, vale, las fusilaron una gente infame pero ellas formaban parte de un destacamento subversivo que querían imponer la dictadura del proletariado a España mediante actos subversivos.
Y ello queda confirmado en la segunda cita, del veterano comunista Manuel Tagüeñas quien nos recuerda que aun bien intencionados los comunistas españoles eran soldados del ejército soviético. Como muestra de la amplitud de mira del bueno de Bolaños cita en la tercera reseña a la rojaza de Juan Doña y su palique sobre el compromiso de las mujeres y sus penas en las cárceles españolas y por último, la guinda. Se cita al gran psicólogo español, Doctor Vallejo Nájera quien en fecha temprana, 1938, descubrió que los comunistas al reclutar mujeres en sus filas acentuaron el gen diabólico implícito en su ADN, las mujeres histéricas por naturaleza se convirtieron en grandes asesinas, bien directamente bien condicionando a los hombres que engatusados por la naturaleza de sexo femeninos dejaban escapar su lado animal. El eminente psicólogo es citado también en el texto interior.
Comienza la obra destinada al premio nacional de Historia 2025 con un vigoroso retrato de las JSU organización donde militaron las 13 Rosas. Fue una organización violenta, al servicio de la dictadura soviética y dirigidas por el peor español del siglo XX, Santiago Carrillo, el asesino de Paracuellos, en el texto una vez más se nos recuerda este hecho de genocidio republicano. Las JSU, el PSOE y el PCE fueron los responsables del gran drama de nuestra patria. Con su vehemencia, con su negativa a asumir el triunfo del centro derecha, la revolución del 34 y el terrorismo urbano provocaron que las clases medias, los empresarios y gentes de orden reclamaran la intervención del ejército para mantener el orden y la armonía en la patria común. Las 13 Rojas eran miembros de las JSU.
Algún pusilánime y gente mal intencionada, podrían argumentar siguiendo las biografías del propio Bolaños que las jóvenes rosas entraron en la organización entre 1936 y 37 o sea que lo hicieron por el clima de rechazo al golpe militar y se afilaron a una organización que simbolizaba la resistencia más eficaz al mismo. Que o no tuvieron un gran protagonismo en la guerra, que bien trabajaron en casas cunas y otras actividades solidarias, cuando no simplemente aprovechaban las actividades culturales y deportivas de las JSU, incluso en guerra. Pero eso sería una visión buenista propia de nenazas que no histórica.
Debo confesar que a partir de aquí mi labor de expiación fue gratificante. El dolor nos acerca a la santidad. Aunque a buen seguro hay quien niegue como San Pedro al buen Jesús que para documentarse utiliza Wikipedia, me entenderán cuando les diga que leer a Bolaños es como leer mil páginas de Wikipedia con sus correspondiente links de ampliación de una sentada. Los ojos sienten como brasas ardientes y una especie de angustia existencial te agarra el corazón. Páginas y páginas de nombres, con ampliaciones curriculares, fechas y más fechas. Habrá algunxs de vosotrxs quien de manera sardónica me diga que con seis padrenuestros hubiera sido suficiente pero no creo que Santa Teresa, santa patrona de los escritores y ensayistas me los hubiera convalidado.
Algunos nombres como el del general Espinosa de los Monteros o Gutiérrez Mellado, por entonces oficial de Inteligencia (sic) del Ejército se mencionan porque por su presentismo pueden convertirse en clickbait para lo digitales sensacionalistas. “Espinosa de los Monteros, familiar del exlíder de Vox fusiló a las 13 Rosas”, “Gutiérrez Mellado de héroe del 23F a ejecutor de las 13 Rosas”. Pues permitidme que os aclare, un hombre que se viste por los pies como el señor Bolaños nunca caería tan bajo, después de explicarnos quienes eran cada personaje aclara no tuvo nada que ver con la ejecución. Hablamos del mayor historiador actual de España junto a Manuel Álvarez Tardió.
Aclararé que a ese suntuoso océano de información, en el lenguaje plano y romo de Wikipedia hay que sumar una argamasa de declaraciones sumariales, sentencias integras incluso de la reproducción in extenso de la ley sobre las pensiones de las viudas de los militares en servicio, además de todos los nombres de militares, policías y de subversivos estalinistas de Madrid. Bolaños da un nuevo sentido al concepto de la “letra con sangre entra”. Santa Teresa, como decía es la patrona de escritores y ensayistas como recordaba arriba. Leyendo el tocho de Bolaños no es difícil entrar en éxtasis, del bueno y santo no como el herético derivado del consumo de opiáceos.
Podréis pensar que Bolaños pretende con ese ladrillo de anotaciones simplonas de libros más elaborados, de Wikipedia y de trabajo de archivo pretende ofrecernos una imagen posturera de investigador pero ese pensamiento además de errado es mefistofélico. Así por ejemplo tenemos a Bolaños desentrañando cual Poirot al servicio de Clío, el misterio del asesinato del Comandante Gabaldón. Recuérdese que Bolaños ya d-e-s-c-i-f-r-ó para el resto de los tiempos, el misterio del 23 F en un texto anterior.
Algunos historiadores, sin duda valedores de Putin, afirmaron en su día que el franquismo utilizó el asesinato de este militar adscrito a los servicios de inteligencia de la Guardia Civil para un fusilamiento masivo de comunistas, por cierto que el profesor Bolaños pone las cosas en su sitio 13+1 Rosas y 43 claveles, nada de 47 como dicen los capullos historiadores partidistas hinchando las cifras.
Qué el caso fue mal investigado, que Gabaldón era un obseso contra la masonería y que tenía un listado de franquistas antiguos masones a los que podría fastidiar sus carreras, que no consentía la corrupción y por eso fue cambiado de destino, en el anterior imputo a un jerarca falangista y a un capitán de la Benemérita, ¿cómo? si en el franquismo no hubo o estuvo controlada la corrupción. Qué si llevaba siempre encima una libreta comprometedora para muchas jerarquías y jamás apareció. En este trabajo d-e-f-i-n-i-t-i-v-o tenemos la respuesta.
Al comandante lo mataron tres comunistas más malos que la quina que pasaban por el lugar del crimen accidentalmente, la prueba definitiva es que los tres además de reconocérselo a las primas de uno de ellos que casualmente eran hijas de un falangista convencido lo confesaron ante las autoridades pertinentes. Como además eran unos bocas nada más entrar en la Puerta del Sol se pusieron a denunciar al resto de sus compinches para no irse solos al barrio de los quietos. Dicho sea de paso, Bolaños nos cuenta que las 13 Rosas y su entorno eran también unas porteras que se señalaron mutuamente y a más malhechores de su calaña, sin contar que entre los comunistas había la tira de chivatos y colaboradores. Pisar los sotanos de la Puerta del Sol y ponerse a pias como canarios. Puro comadreo. Si es que con ellos no se puede contar.
No obstante un grandísimo profesional como él no deja cabo suelto. Gran parte de las dudas que la investigación del atentado ha generado es culpa de los servicios de Inteligencia del Ejército. Resulta que por inoperancia dejaron escapar a los terroristas y estos hicieron lo que todo mal nacido hace, matar y por demás que a la viuda de Gabaldón dado que no murió en acto de servicio, la pensión que le iba a quedar era de pena. Por ello se liaron, se liaron y dijeron que esos guerrilleros formaban un plan muy extenso y que querían atentar contra el caudillo y claro los jueces, que además acumulaban familiares asesinados por las hordas rojas en la guerra y mártires caídos en el frente se encegaron, se encegaron y hala p’lante, al paredón para los terroristas.
En fin que las 13 Rosas, en realidad eran más malas que Txapote, además chismosas y alguna traidora, que no defendían la democracia liberal sino la dictadura del proletariado guiada por Moscú. A las órdenes de Carrillo y de Pedro Checa, el descubrimiento de este último es de Bolaños. Por alguna razón de todo el Buró Político del PCE esta persona le cae peor y lo convierte en el Txillardegi de la guerrilla, repetidamente.
Para no cansaros más con mi flagelación que espero os sirva de reconvención como a mí, comentaros la opinión de nuestro docto maestro sobre el mito de las 13 Rosas y las falacias de leyes de Memoria Históricas.
La Transición se fundó en un acuerdo entre españoles para no volver a las andadas violentas. De las 13 Rosas no se acordaban ni la familia, la Amnistía puso a todo el mundo en su sitio. Bolaños consciente de su importancia transcribe la ley, pero no para rellenar páginas, no, sino por su importancia. Todo fue bien hasta que Felipe González reconociendo que se enfrentaba a un líder histórico de los que solo se dan en contadas ocasiones durante siglos, José María Aznar, hizo lo que hacen siempre los socialistas, radicalizarse y rompiendo el consenso de la Transición comenzó el infundio de que Aznar y todo el centro derecha liberal eran herederos del franquismo.
Al joven líder liberal por inexperiencia y generosidad respondió mal a las acusaciones infundadas de la izquierda. Recurrió a dos indocumentados Pio Moa y Cesar Vidal para responder a las infamias y claro perdió la guerra cultural hasta hoy. Porque socialcomunistas como Zapatero y el dictador Pedro Sánchez la han radicalizado hasta el límite. Tal vez si Aznar hubiera recurrido a Bolaños o a Pedro González Cuevas la verdad sería una luminosa estrella que nos guiaría a los españoles de bien pero…
Jesús Ferrero en la ciénaga memorística escribió una mariconada de novela que comenzó con el mito de las 13 Rosas, luego se añadieron numerosos perroflautas que se dicen cantantes. Hasta el infame Carrillo se sumó al carro vindicativo de las terroristas. Luego vino Carlos Fonseca y su estudio. Nuestro erudito Bolaños, generoso, afirma que ese estudio no está mal, no es tan profundo como el suyo, eso es evidente, pero no es del todo rechazable, de no ser porque profundiza poco en el contexto histórico.
Yo aquí tengo dudas, posiblemente ese día no fui a la universidad. El contexto histórico ¿es la visión de la sociedad? Como describe Fonseca o un listado de las personalidades, y sus circunstancias, que ostentan el poder como escribe el maestro Bolaños.
Por último lo peor que le puede pasar a un mito, que las feminazis se apoderen del el, como ocurre con la película de Emilio Fernández Lázaro las 13 Rosas, además de que no atiende a todos los aspectos anecdóticos del caso lo aborda desde la intolerable visión de género. Abrase visto. Los queer cogen un asunto con mujeres y los convierten en feminicidio. Cómo si el franquismo no fusilara por igual a hombres y mujeres. La ideología woke es insaciable.
Por fortuna el estilazo de Bolaños es un Heinke 111 sobre volando Guernika. Es un chiste, el maestro también ha resuelto los supuestos enigmas sobre ese bombardeo en un libro i-m-p-r-e-s-c-i-n-d-i-b-l-e Hoy en los cielos de España hay un nuevo lucero. Los saberes enciclopédicos de Roberto Bolaños.
hola juan !, qué opinion te merecen los trabajos de miguel platón que son muy publicitados por cadenas cómo el Toro televisión.
ResponderEliminarsaludos.
Miguel Platón es otro filofranquista. No es extraño que esté en la cadena fascista del Toro televisión.
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