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Josefine Table con el "revolucionario" de las puertas giratorias, Alberto Garzón |
No me gustan los títulos de libros como El gran error de la República, de Ángel Viñas. Ojo, el titulo para mí no es apropiado, el estudio sí. Porque la II República, es decir el régimen, no puede cometer errores, sí lo cometerán sus actores políticos, pero eso no es achacable al sistema republicano. Muchos historiadores dicen: la República hizo esto, o la República hizo esto otro. Repito, la República no, sino los dirigentes encargados de dirigir el sistema republicano. Y dependiendo de quien gobernara, la II República iba en un sentido u otro. Es como culpar al Titanic de su hundimiento, y no al capitán del barco .
El primer bienio, fue el bienio de las grandes reformas y de la modernización de la atrasada España de los años 30. La herencia de la monarquía era penosa. Un país atrasado, clerical, semianalfabeto, desindustrializado, y demasiado dependiente del campo. El 50% dependía del sustento agrario. De ahí que el caciquismo en Andalucía y Extremadura tuviera mucho poder. El gobierno republicano/socialista solo duró 700 días.
Después de la masacre de Casas Viejas, acto incívico y criminal donde los haya, el gobierno cayó culpando de lo sucedido en el pueblecito gaditano a Manuel Azaña, cuando la responsabilidad fue del oficial que se mandó a contener a los anarquistas insurrectos. Cuando se habla de Casas Viejas, la izquierda olvida que antes de la vergonzosa masacre, los insurrectos anarquistas tomaron el cuartel de la Guardia Civil e hirieron a un guardia y a un sargento, muriendo después los dos guardias civiles. Fue el Capitán Rojas de la Guardia de Asalto, quien ordenó los asesinatos y por ellos fue condenado a 21 años de cárcel (ver enlace...👈). No podían declarar el comunismo libertario un puñado de campesinos afiliados a la CNT mal armados y peor asesorados.
Me he encontrado en YouTube un canal sobre historia regentado por Josefine Table. Una mujer joven que se define como "Historiadora y militante". En fin, cuidado con lo de militante, porque al final se puede acabar haciendo historia militante, es decir historia sesgada ideológicamente. Josefine Table habla de los avances sociales conseguidos en el periodo republicano. Reconoce los logros del primer bienio como la educación, reforma agraria, mejoras laborales, sufragio universal. Acto seguido pregunta, ¿fue la II República el paraíso de la clase trabajadora? Aquí fabricamos un hombre de paja. ¿Quién ha dicho que la II República fuera la panacea para la clase trabajadora y que se ataban los perros con longaniza?
Josefina Table empieza a hablar del sistema represivo de la democracia burguesa y liberal que era la II República, y de sus leyes represivas como la Ley de la defensa de la República derogada en 1933 por la Ley del Orden Público. Según Josefina, la II Republica defendía el capitalismo, que a pesar de que era una democracia era un régimen liberal y burgués muy represivo. Y nos recuerda los sucesos de Castilblanco y la insurrección anarquista de 1932 en el alto Llobregat, cuando los anarquistas armados hasta los dientes tomaron los ayuntamientos. Pero el colmo para Josefina Table, lo fue la matanza de Casas Viejas donde un desalmado capitán Rojas asesinó a 30 anarquistas de la CNT, que declararon irresponsablemente el comunismo libertario en la localidad.
Resulta irónico que el anarquismo siendo una ideología pacifista, se tratara de imponer por la fuerza de las armas. Antes de que llegara el asesino del capitán Rojas, los anarquistas habían asesinado a dos guardias civiles. Aunque esas muertes no justifican el comportamiento del capitán Rojas, la precariedad laboral tampoco justifica que varios escopeteros de la CNT quisieran declarar el anarquismo libertario asesinando a dos guardias. ¿Quién asesoró a aquellos infelices?
Durante el primer bienio se creó la Guardia de Asalto, porque la decimonónica Guardia Civil era un cuerpo reaccionario, sino todo, si en un número demasiado amplio. Por eso el Gobierno del primer bienio tenía un problema de orden público doble: la Guardia Civil de gatillo fácil contra los manifestantes, y los pistoleros comunistas, socialistas, anarquistas, falangistas y carlistas.
¿Cómo pretende Josefina Table que respondiera Manuel Azaña ante las insurrecciones anarquistas? ¿Mandándoles unas ninfas con pétalos de rosa? Uno de los mayores enemigos de la democracia de los años 30 fue la extrema izquierda. Y ya que hablan de sistema liberales burgueses represivos, me podría alguien decir que sistema usó Stalin para mantener el orden en la Unión Soviética, Mao en China, Fidel Castro en Cuba, Pol Pot en Camboya o Wilhelm Pieck en la Alemania soviética. En la URSS los mandaban al gulag, y eso con suerte sino los asesinaban antes. No existe estado que no se tenga que dotar de un sistema que contemple ciertos grados de represión ante las faltas de orden. No me negará Josefine Table que los anarquistas insurrectos no se pasaron las leyes por el forro de sus cojones, o centenares de huelguistas también cuando sacaban sus pistolas para dirimir sus diferencias sindicales.
Sigue Josefine Table hablando del segundo bienio y de lo poco democráticas que eran las derechas. Yo considero que igual de democráticas que las extremas izquierdas insurrectas. La CEDA de Gil-Robles quería instaurar una dictadura corporativa al estilo de Austria. ¿Y que quería instaurar el PCE u otras fuerzas de izquierdas que tampoco eran democráticas? El caso es que nadie tuvo fuerza para destruir la democracia republicana, excepto el Ejército. Como ocurrió desde 1936 hasta 1939.
Table habla de lo sucedido en Asturias como exclusivamente una revolución y no un golpe de Estado "como algunos reaccionarios en la actualidad nos quieren hacer ver". Aquí un servidor que no es reaccionario, pero que sí le gusta llamar las cosas por su nombre. En 1934 en Asturias sí hubo una revolución, pero aquella revolución entra dentro de los parámetros de un golpe de Estado, o rebelión, que es lo que hizo Sanjurjo en 1932, y Franco y demás generales en 1936.
Definición de golpe de Estado: "Destitución repentina y sustitución, por la fuerza u otros medios inconstitucionales, de quien ostenta el poder político" (ver enlace..👈). ¿Que trataban de hacer en la revolución de Asturias? En efecto, hacer caer al poder por la fuerza. A Largo Caballero lo juzgaron por delito de rebelión (ver enlace...👈), por el mismo delito que condenaron a José Sanjurjo a pena de muerte. Largo Caballero permaneció preso 13 meses y fue absuelto por falta de pruebas. Entonce sí, en 1934 el PSOE, anarquistas y el PCE, trataron de dar un golpe de Estado, por muy revolucionarios que fueran los obreros.
Se pregunta Josefine Table que cual "fue la reacción de la República, "pues reprimir a los obreros donde "por primera vez se enviaron tropas africanas a reprimir a los obreros en el territorio español". Según esta historiadora, durante la revolución de Asturias hubo 4.000 muertos y 30.000 detenidos, pero esto es una exageración. "Este episodio fue una represión brutal y evidenció de una manera clara que el régimen republicano no le iba a temblar la mano a la hora de reprimir a los obreros. Para Azaña, Maura y Largo Caballero el sindicalismo era un potencial peligro para el Estado".
La República no era un ente con identidad propia. Quien reaccionó fue el Gobierno de Lerroux y Gil-Robles tratando de sofocar un golpe de Estado, ya digo que para esta gente lo ideal hubiera sido enviar a ninfas con pétalos de rosas. ¿Como hubiera de reaccionar el Gobierno de la II República que era tan legítimo como el del primer Gobierno y el de 1936. ¿Se puede ser más sectaria? Pues claro que no le iba a temblar la mano a ningún dirigente ante dichas insurrecciones extremadamente violentas y sangrientas. ¿Cómo habrían de reaccionar pues?
Y no murieron 4.000 personas en 1934. El historiador Eduardo González Calleja apunta a una cifra aproximada de 1.200 a 1.300 muertos, incluyendo revolucionarios, civiles, religiosos y miembros de las fuerzas del orden y el ejército. Estas cifras abarcan tanto las víctimas directas de los combates como las derivadas de la represión inmediata posterior. Otros historiadores suben la cifra a 2.000. Entre los asesinados hubo 35 religiosos que nada tenían que ver en aquel conflicto. Y Según Carlos Taibo II, no se detuvo a 30.000 personas sino a 15.000, un cifra ya abultada por si misma.
Decir que para Largo Caballero el sindicalismo era un potencial peligro para el Estado es absurdo, debido a que él dirigía uno de los sindicatos más potentes que hubo en el periodo republicano, la UGT, competencia directa de la CNT. Como se demostró en las insurrecciones anarquistas y la revolución de Asturias, el sindicalismo no era un peligro para el Estado, sino para el orden publico gracias a los pistoleros de extrema izquierda. Lo que fue un peligro para el Estado fue el Ejército que se sublevó el 17 de julio.
El orden público fue uno de los principales problemas de los dos bienios y del Gobierno republicano de 1936. Pero lo fue no solo por el gatillo fácil de las fuerzas del orden, sino por le pistolerismo obrero (de izquierdas y derecha). Eduardo González Calleja en Cifras cruentas recoge muertos en enfrentamientos entre la CNT y la FAI, la CNT y la UGT, etc etc.
Las condiciones de la clase obrera no se cambian ni con república ni con monarquía, ni con democracia ni con dictadura. Se consigue acabando con el capitalismo. Y eso prácticamente es imposible. La clase obrera durante la II República no tuvo la fuerza suficiente para acabar con la burguesía, como se vió en octubre de de 1934. Ni mucho menos la clase obrera del siglo XXI es revolucionaria, ni tiene los resortes para hacer desparecer el capitalismo. Precisamente China se ha aliado con el sistema capitalista globalizado.
Si fuese creyente diría que Dios nos mantenga lejos de personas de extrema izquierda como Josefina Table. No creo que un sistema anarquista, es decir una nación sin Estado, pudiera funcionar en España. Durante la Guerra Civil en algunas zonas de la retaguardia republicana se impuso el colectivismo a sangre y fuego. En la Cataluña de Lluís Companys, el burgués de izquierdas se asesinaron durante la Guerra Civil a 8.352 personas (Franco al acabar la guerra acabó con 3.688 catalanes), pero no fue la Cataluña de Companys, sino de la CNT y de la FAI. A Companys los anarquistas mantuvieron como un pelele. La ideología anarquista es pacifista, pero la FAI y la CNT estaban plagadas de pistoleros, tan brutales como los escuadristas falangistas. En fin entre la izquierda hubo también mucho criminal suelto. En el PSOE o el PCE también tuvieron plena participación en la represión sangrienta.
Josefina Table, con los ojos de hoy analiza los años 30, y encima compara este régimen burgués con la II República. Eso es hacer historia militante, esa historia tan nefasta que se hizo justo a la muerte de Franco donde se dijo que Yagüe asesino a 4.000 personas en la plaza de toros, y que en Badajoz murieron otras 9.000 en total. Aquellas mentiras de la propaganda republicana y de la historiografía militante antifranquista, se usa hoy en día para negar la matanza de Badajoz.
La II República no tuvo claroscuros, ni mandaba a reprimir. Fueron los distintos gobiernos los que fueron los responsables de ciertas políticas. Modernizar un país, con la extrema izquierda poniéndole palos a las ruedas y los reaccionarios boicoteando todos los avances fue una tarea titánica, y extremadamente complicada. Fueron esas muertes ocurridas durante el periodo republicano lo que le sirvió a Franco justificar el golpe de Estado.
La izquierda durante la II República es la que tiene claroscuros junto a la derecha. Pero como dice Josefina Table, nada sirve para justificar el golpe de Estado de 1936. N tampoco podemos justificar la insurrecciones anarquistas y la revolución de Asturias diciendo que los obreros buscaban más derechos, porque en vez de derechos lo único que conseguían era la muerte.
Una nación sin Estado, sin ejercito, sin jueces, sin fuerzas del orden, estaría a merced de cualquier vándalo que no respetase al prójimo. Y la historia nos ha enseñado a lo largo de de los siglos que el egoísmo humano en demasiadas ocasiones es excesivo. Un país sin ejército sería terreno abonado para perder toda su hegemonía ante cualquier enemigo extranjero. El anarquismo no dejará de ser un bella utopía. Lamentablemente se necesita de un estado con sus reglas y sus leyes.
Y si estos jóvenes revolucionarios nos quieren hablar del Che Guevara y de la revolución cubana, hay que tener en cuenta que acabó todo en una larga dictadura, donde también se reprime si se pone en peligro al Estado.
Después de escuchar a Josefine Table hablar muy mal del a burguesía republicana, me ha sorprendido verla con la tricolor en el engendro de Cuelgamuros y fotografiándose con el burgués de Alberto Garzón. Sí, Alberto Garzón es un burgués, como lo es Pablo Iglesias o cualquier dirigente de izquierdas que tenga el nivel de vida de los anteriormente citados. Azaña también fue un burgués que pese a su situación económica se implicó en reformar por la izquierda un país atrasado.
Suscribo casi todo lo que has expresado de manera amena y brillante en este artículo. Ya sabes lo que pienso al respecto y que yendo aún más lejos, considero que el principal responsable de las grandes tragedias que ha vivido España relacionadas con la política, en los últimos cien años, ha sido el extremismo que hemos padecido.
ResponderEliminarSi analizamos uno por uno todos los conflictos que hemos sufrido y que nos ha llevado a la ruina, a la muerte y o a la destrucción, entre otras cosas graves, observaremos que los extremismos siempre han estado presentes en ellos.
DE FRENTE